Cerca de 55,000 hondureños con TPS en EE.UU. están preocupados tras el fallo de la Corte Suprema que permite a Donald Trump eliminar este beneficio para 350,000 venezolanos. En Florida, migrantes como Aarón Pineda, con TPS desde 1999, temen perder su permiso de trabajo antes del 5 de julio. “Si lo cancelan, no tendremos licencia ni trabajo”, dijo. Las remesas, vitales para Honduras, podrían verse afectadas, y el fin del TPS separaría familias.
El fallo refuerza los intentos previos de Trump de cancelar el TPS para países como Honduras y El Salvador. Migrantes como Elmes Alemán destacan su aporte económico: “Hacemos el trabajo más duro”. Juan Flores, de la Fundación 15 de Septiembre, criticó la falta de apoyo del gobierno hondureño y pidió abogar por el TPS. La Cancillería dice haber hecho gestiones, pero no hay avances claros, dejando a miles en incertidumbre.