EL HALCÓN Y EL DRAGÓN EN HONDURAS

No es una coincidencia que en menos de 24 horas altos representantes de EEUU y de China Continental hayan visitado a la Presidente Xiomara Castro, aparentemente con fines parecidos, pero diametralmente diferentes en el fondo. El hecho de que la Gral. Laura Richardson, jefe del Comando Sur de EEUU, haya llegado a despedirse de la gobernante hondureña, a pocos meses de vacar en el alto cargo, es sumamente significativo. El Gobierno de LIBRE, en un dechado de cortesía, honró con una condecoración distinguida a la alta oficial que forma parte del Pentágono, el organismo que encarna el poderío militar de la nación más poderosa del planeta. En compañía de la embajadora Laura Dogu, la Gral. Richardson habló de temas de cooperación, aunque el Gobierno de LIBRE ha preferido no recibir directamente apoyo del gobierno estadounidense, lo que ha sido un desperdicio en perjuicio del pueblo hondureño.

Al siguiente día, la Presidente recibió a un alto emisario del gobierno de China, quien llegó con dos propósitos: por un lado, entregar una donación en materiales de salud que son una ayuda valiosa para esta temporada de dengue. Y por otro, asegurar el negocio de las vacunas, que, dicho sea de paso, las vacunas elaboradas en China han tenido un serio cuestionamiento internacional por su poca efectividad para cumplir con la protección del organismo humano.

En 24 horas, Tegucigalpa se convirtió en el epicentro del interés internacional de las dos potencias, EEUU y China Continental, simbolizada el primer país por el «halcón» mientras China se refleja en la figura emblemática del «dragón». No es casualidad que ambas potencias se sigan los pasos una a la otra, buscando fincar su influencia en países pequeños como Honduras, que tiene puntos estratégicos en el Atlántico como en el Pacífico. Lo que hay que ver en los dos eventos, es como fueron manejados por el Gobierno de la Presidente Castro.

Conociendo como son los estadounidenses en materia de protocolo, es casi seguro que la Embajada solicitó la cita para la comandante Richardson con varias semanas de anticipación, tomando en cuenta las ocupaciones de la Presidente hondureña, solicitud que incluyó el motivo de la visita. También es de suponer, que el Gobierno solicitó a través de la embajadora Dogu, la oportunidad de ofrecer a la comandante Richardson, información sobre el proyecto del ferrocarril interoceánico. Todo esto fue planificado en la debida forma. La visita del emisario del gobierno de China, estimamos que fue planificada por el gobierno para el día después de la reunión con la Gral. Richardson, con lo cual la gobernante enviaba un mensaje a EEUU de que su preferencia en materia de relaciones es con China Continental.

Pensamos que el gobierno de EEUU tiene muy claro que no ha logrado crear empatía con la Presidente Xiomara Castro, que junto a su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, dirigen su mirada hacia el gigante asiático, al que le que entregaron toda su confianza, de manera inocultable, por lo que en la actualidad, el Gobierno de Honduras prefiere mantener todos sus nexos con China Continental y alejarse cada vez más de EEUU. No es cuestión de inteligencia, es asunto de obstinación ideológica.

Para los hondureños, la conveniencia es aproximarnos más a EEUU, país con el que hemos tenido las mayores relaciones a lo largo de la historia, igual que el estupendo abrazo fraternal que ese país nos ha brindado acogiendo a casi dos millones de hondureños que están radicados, unos de manera legal y otros en forma ilegal, ambos trabajando en diferentes áreas, con lo que se agencian ingresos que les permite enviar remesas a sus familiares en Honduras, recursos que fortalecen el sistema de reservas del BCH. Además de que EEUU es el principal mercado de los diversos productos hondureños, lo que es fundamental para el sostenimiento de la economía hondureña.

Con China apenas se tienen las primeras experiencias de intercambio comercial con la enorme desventaja de que, con su enorme capacidad productiva, China nos inundará de sus múltiples productos, mientras que el volumen de sus importaciones será muy pequeño, por lo que viviremos en un eterno déficit comercial que pronto nos arrojará consecuencias desastrosas para la economía nacional. El hecho de que China no nos mantenga precios subsidiados a productos como el camarón, como lo hacía Taiwán, es una perdida y una desventaja para los productores hondureños y para el país en general. Fue por esta situación que Costa Rica, al darse cuenta de esta relación desventajosa, se sacudió la exclusividad pretendida por China y salió a buscar negocios con otros países asiáticos.

El Gobierno de Xiomara Castro, hace lo contrario, sus últimas determinaciones son entreguistas al gobierno de China Continental, a la que es muy posible le conceda zonas territoriales donde China pueda establecer enclaves estratégicos comerciales al estilo de las ZEDE, con una presencia autónoma, con lo cual ganará posicionamiento estratégico en caso de un futuro conflicto con EEUU, como lo vaticinan los expertos de la geopolítica mundial. 

Desde estas aristas, los hondureños podemos colegir por que el Gobierno de Xiomara Castro procuró tener la presencia de un alto emisario de China Continental, el día después de la visita de la Gral. Richardson, jefa del Comando Sur de EEUU. Muy entendible lo que pasó en esas 24 horas: a los estadounidenses una sonrisa, nada más. Para los chinos: el compromiso del gobierno para sus planes futuros.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 18 de junio de 2024.