
La violencia golpeó con crudeza al municipio de Silca, Olancho, donde una masacre dejó tres muertos en el sector de El Higuerito la madrugada del 30 de junio de 2025. Las víctimas, identificadas como Exsar Edulfo Paz Murillo (53 años), Leda Esperanza Paz Murillo (66 años) y su cuñada Ana Cristina, fueron emboscadas por hombres armados mientras se dirigían a su hacienda en la carretera de Limones a Salamá. El alcalde de Silca, Pablo Arturo Paz, tío de dos de las víctimas, expresó su indignación y lanzó un contundente reclamo al Gobierno: “No queremos shows ni discursos, queremos capturas de los responsables materiales e intelectuales. La situación es insostenible”.
En un mensaje cargado de simbolismo, Paz miró a la cámara y dijo: “Tres puntos, tres rayas, tres puntos”, un código que, según afirmó, las autoridades saben interpretar como un SOS urgente. Con ocho muertes violentas en los últimos 60 días, el edil denunció la falta de respuesta efectiva del Estado ante la creciente ola de criminalidad. “¿Vamos bien?”, cuestionó, desafiando las declaraciones optimistas del secretario de Seguridad. Desde Tegucigalpa, donde tramitó la entrega de los cuerpos de sus familiares, Paz exigió justicia real y no “respuestas para calmar los medios”, mientras la comunidad de Silca clama por paz y seguridad. SM