El Gobierno de EE.UU. aceptó un Boeing 747 donado por Qatar, valorado en 400 millones de dólares, para usarlo como Air Force One. El Pentágono, a través de Sean Parnell, aseguró que cumplirá con normas de seguridad, pero el regalo genera controversia. Demócratas y el senador Ted Cruz advierten riesgos de espionaje y violaciones constitucionales, mientras un líder opositor lo llamó “corrupción”. Trump defendió el obsequio en Truth Social, diciendo que sería “estúpido” rechazarlo y que lo dejará en su biblioteca presidencial en 2029.
El primer ministro de Qatar, Mohamed bin Abdulrahmán, calificó el regalo como un gesto normal entre aliados, no un soborno. La noticia, filtrada en mayo, ha dividido a republicanos y demócratas por preocupaciones éticas y de seguridad al usar un avión donado por un país extranjero para transportar al presidente.