Papa Francisco insta a educadores a priorizar la vocación sobre el carrerismo.

En una audiencia con miembros de la Fundación Blanquerna, el Papa Francisco enfatizó la importancia de que los pasos del héroe cristiano no estén motivados por el afán de carrerismo, sino por una respuesta a una llamada divina. Para el Pontífice, el carrerismo causa un daño profundo al ser individualista y no comunitario, alejando así del verdadero propósito del servicio. Destacó que asumir cargos de mayor responsabilidad debe ser el fruto de una excelencia en el servicio y no debe eclipsar la dedicación al encuentro con Dios.

En ese sentido, subrayó la responsabilidad del educador en tres pilares fundamentales: devolver a la familia su vocación original en la sociedad, ofrecer a los jóvenes distintos caminos de vida para superar desafíos y descubrir el proyecto de Dios para cada individuo. Criticó a las instituciones educativas demasiado centradas en formar técnicos y especialistas, olvidando su deber de formar personas íntegras comprometidas con el servicio divino. El Papa expresó su deseo de que los educadores iluminen a sus alumnos con la presencia de Jesús, ayudándoles a reconocer su dignidad como amigos de Dios y disipar las tinieblas que oscurecen el verdadero propósito de la vida.