TIRO DE GRACIA A LA CICIH

El Gobierno de Libertad y Refundación le dio el tiro de gracia a la CICIH cuando de una manera rocambolesca, la diputada Hortensia Zelaya, «La Pichu», presentó en el Congreso Nacional un proyecto de Ley Especial de la CICIH, dejando fuera del contexto a la ONU, en que el gobierno tendría el control del organismo mediante la jugada de concederle a la CICIH personalidad jurídica, como las tiene cualquier otra organización o entidad nacional con la supuesta facultad de querellar con autonomía por cinco años, en franco detrimento del Ministerio Público que hasta ahora es el único organismo con capacidad de acusar y querellar a todo funcionario o ciudadano que haya actuado en perjuicio del interés público o violando la ley de manera flagrante.

En una treta llena de audacia, la diputada de LIBRE, «La Pichu» Zelaya, dejó expuesta en plena luz pública el cambio de ruta del gobierno: su pretensión es apropiarse de la CICIH como un ente de gobierno, sacando del escenario a la ONU, que exige varios requerimientos para embarcarse en la creación de una comisión, cuya finalidad es combatir la corrupción y la impunidad. Como el gobierno se ha ingeniado de muchas maneras tener el patrocinio de la ONU sin cumplir los requisitos para instalar la CICIH, estando sobre el tercer año de su período y siendo el incumplimiento de esta promesa el talón de Aquiles que deja al Gobierno de Xiomara Castro como pato cojo, se ha escogido el camino de formar una CICIH a la conveniencia y comodidad del gobierno.

Pero he aquí, que no cualquier comisión puede tener la confianza nacional e internacional para el combate de la corrupción y la impunidad, especialmente si la CICIH de LIBRE será financiada con fondos del Estado y supervisada por el fiscal general Joel Zelaya, que llegó a ese cargo por ser un elemento sobresaliente del Partido Libertad y Refundación. Una CICIH bajo la supervisión de los funcionarios de LIBRE seria otro cuerpo político, sin ninguna autoridad moral para combatir los dos flagelos que más daño le hacen a la nación: la corrupción y la impunidad.

Con esta audaz iniciativa de la diputada «Pichu» Zelaya, el Partido Libertad y Refundación pretende tener el monopolio del poder absoluto, pues además de controlar todas las instituciones, pretende ponerse al frente de la CICIH, que en este caso sería un organismo monigote, un organismo veleta, que se movería al son que le toque el Gobierno de Xiomara Castro. Este es un caso de abuso extremo porque el Gobierno de Libertad y Refundación considera que ningún ciudadano hondureño tiene derecho a pensar que las soluciones para los males del país deben estar en un organismo imparcial, que debe aceptar que todo debe pasar por las manos de LIBRE, como sucede en los regímenes dictatoriales de Venezuela y Cuba.

Para los hondureños es inaceptable esta pretensión del Gobierno de Xiomara Castro de querer cumplir la promesa de la CICIH con un organismo que, al tener el sello gubernamental, no gozaría de confianza y credibilidad, puesto que su papel sería orquestar acciones contra ciertos sectores adversarios al gobierno, pero privilegiando con impunidad a todos los demas que son afines al gobierno y al Partido Libertad y Refundación. Una CICIH gubernamental, que es lo que propone «La Pichu», es menos que quemar pólvora en zopilotes, no servirá más que para que el gobierno se llene la boca diciendo que ha cumplido con la promesa.

Pero, una CICIH atada a los intereses y designios del gobierno no servirá para combatir la corrupción, sino más bien para ocultar los desafueros del sector oficial, lo que supuestamente le garantizaría al gobierno una tranquilidad ficticia, porque existiendo una opinión publica enérgica en el país, lo que la CICIH de LIBRE quiera ocultar, saldrá a la luz pública por los medios de comunicación del país que hacen una excelente labor de investigación.

Esta jugada de LIBRE encargada a «La Pichu» en el Congreso Nacional, está caracterizada por el sectarismo, que parte de la idea de que Libertad y Refundación siempre tiene la razón y que las exigencias y requisitos de la ONU son mezquinas y antojadizas, por lo que al gobierno no le ha quedado más que organizar su propia CICIH, sin tener que depender de ningún organismo internacional. 

Desde luego que la iniciativa de organizar una CICIH con una capa gubernamental, es la forma despectiva con que los gobiernos de izquierda actúan creyendo que tienen el monopolio de la virtud. Y Libertad y Refundación ha hecho un dogma de lograr sus objetivos imponiendo su voluntad para el control del poder absoluto. Nada más que esta vez, LIBRE está absolutamente equivocado, porque una CICIH bajo el ala del gobierno será un órgano monigote, hecho de lodo y paja. Porque no cualquier ganso es cisne.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 18 de abril de 2024.