SUSPENDER LA EXTRADICIÓN: QUIÉN GANA Y QUIÉN PIERDE

La suspensión del tratado de extradición entre nuestro país y EEUU, ordenada por la Presidente Xiomara Castro, es una decisión precipitada que repercutirá en forma negativa en contra del Gobierno de Xiomara Castro y del PLR, con las consecuencias previsibles en un período electoral, en que este partido está dispuesto a poner toda la carne al asador y algo más, para reelegirse en el poder. De principio, tanto dentro como fuera de Honduras, se ha sembrado la impresión de que la arrebatada medida es producto del nerviosismo en la gobernante hondureña, por los nuevos juicios que habrán de comenzar muy pronto en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, en que están mencionados miembros del actual gobierno.

Es obvio que el equipo que trabaja para el gobierno y para la familia Zelaya en Nueva York, en el que figura el exembajador de EEUU en Honduras, Hugo Llorens, encabezando un equipo legal, le está dando seguimiento a los avances de la Fiscalía de Nueva York, que no descansa por comenzar cuanto antes el juicio por el asesinato del Gral. Julián Arístides Gonzales, quien colaboraba estrechamente con la DEA, en la lucha contra el narcotráfico. Es muy posible que este equipo ya conoce los avances de estos juicios, cuyo contenido ha trascendido a reporteros del NYT, y se han filtrado a través de las redes del influyente periódico.

Nos parece que la Presidente Xiomara Castro actuó de manera precipitada al ordenar al canciller Enrique Reina la suspensión del tratado de extradición, porque, al dar este paso ha puesto a su gobierno del lado permisivo que favorece a la actividad criminal que persigue con más determinación el gobierno de EEUU. Y como era de esperarse, la decisión de la Presidente Castro ha merecido la crítica en el ámbito nacional e igual en la comunidad internacional, luego que apenas hace un año, su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, en una rueda de prensa acompañado de su hija Xiomara Hortensia Zelaya y dos de sus colaboradores más afines, se partiera el pecho en nombre de la Presidente Xiomara Castro, en el sentido que Xiomara nunca cancelaria las extradiciones. Mientras que el diputado Luis Redondo, sentencio que: «carteles de narcopolíticos pretenden eliminar la extradición para seguir con sus crímenes de lavado y corrupción en Honduras». Según Redondo «tener el control de la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio Publico, les permitirá seguir mandando toneladas de cocaína al mundo».

Opiniones como las expresadas por Mel Zelaya y Luis Redondo, actúan como un bumerang que hoy golpea al gobierno del PLR, dejándolo en mal predicado, porque, lo que se proclamó como aspectos fundamentales para combatir la corrupción, hoy se desestima por razones que, aunque no son del todo visibles, se perciben como el temor de que la extradición abarque a personas del círculo familiar del gobierno. Justificar la suspensión del tratado de extradición por una declaración de la embajadora de EEUU, es un argumento pueril, porque en estos casos, el gobierno tiene el clásico mecanismo del desmentido oficial o la aclaración contentiva de una reprimenda diplomática. 

Optar por la medida radical de suspender el tratado de extradición, pareciera tener otras razones, que aunque sería especulativo mencionarlas, apunta a que la drástica decisión está relacionada con los próximos juicios en la Corte del Distrito Sur de Nueva York. De allí derivan las críticas a la gobernante, tanto dentro como fuera de Honduras. Sobre todo, porque Mel Zelaya y Luis Redondo, hace apenas unos meses, manifestaron que la Presidente nunca cancelaría las extradiciones. Estas opiniones favorables a defender la extradición en los círculos del PLR, fueron contrastadas y aplastadas ayer, por la orden determinante de la Presidente Xiomara Castro, que, sin ambigüedades, ordenó al canciller Enrique Reina la suspensión del tratado de extradición. 

La infortunada decisión le significa al Gobierno de Xiomara Castro y al PLR, una avalancha de críticas de todos los sectores del país y del ámbito internacional, al interpretar que la gobernante no quiere correr el riesgo que algún familiar suyo mencionado en los próximos juicios de la corte de NY, sea solicitado en extradición. Esta no es una apreciación antojadiza, porque el riesgo no solo es latente, casi está demostrado por la premura con que la Presidente Xiomara Castro ordenó suspender las extradiciones, quizás porque sus asesores en EEUU le habrán informado que el juicio en la Corte está caminando enfilado a hacer comparecer a varias figuras políticas ligadas al Gobierno de Libertad y Refundación.

Así que, suspender o dar por terminado el tratado de extradición con el gobierno de EEUU, inevitablemente tiene un alto costo político para el gobierno y un golpe electoral para el PLR en las próximas elecciones. Porque, los hondureños no perdonarán que lejos de combatir el narcotráfico, el Gobierno de Xiomara Castro privilegia la protección de sus allegados más importantes, por encima de seguir combatiendo la actividad ilícita más perseguida por EEUU.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 29 de agosto de 2024.