LOS MÉDICOS BUENOS Y LOS PERJUROS

Los médicos son los profesionales a los que la sociedad suele mirar con respeto, cariño y simpatía. A todas las personas, la proximidad de un médico nos tranquiliza, a tal grado que en el momento que nos examina y nos interpreta los exámenes nos transmite el sosiego de saber que solo debemos seguir sus indicaciones para cuidar nuestra salud. En nuestro país, la profesión de médico es una de las carreras más largas y sacrificadas que ofrecen nuestras universidades, solo superada por la carrera de los artistas que nunca dejan de estudiar.

En Honduras tenemos buenos médicos, la Escuela de Medicina de la UNAH egresa profesionales que superan a los médicos cubanos, porque nuestros médicos tienen la ventaja de que en Honduras sobran los cadáveres, con tantas personas que mueren por diferentes circunstancias todos los días, en los cuales los pasantes de medicina hacen una de las mejores prácticas del mundo, porque un médico que se gradúa practicando en cuerpos de plástico no puede conocer la realidad de la anatomía humana, que solo es posible hacerlo operando en cuerpos humanos. En Cuba no hay cadáveres para que practiquen los estudiantes de medicina, esto me lo contó en Miami un médico cubano que me practicaba exámenes hace unos años. Cada vez que platicábamos, este médico cubano elogiaba a los médicos hondureños, a los que consideraba excepcionales por el privilegio de hacer sus prácticas en cuerpos humanos reales.

Sin embargo, el Gobierno de la Presidente Xiomara Castro descalifica a los médicos hondureños, reemplazándolos por médicos cubanos, que según denuncias internacionales, los que envía el gobierno de Cuba no son tales, sino agentes militares que han tomado cursos elementales para hacerse pasar como médicos. La denuncia formulada por el periodista Fernando Rincón de CNN, sobre la llegada de agentes militares cubanos que se hacen pasar como médicos en México, parece estar bien documentada, y además secundada por un senador mexicano que el año pasado llevo el caso hasta el Senado, donde demostró con documentos que los supuestos médicos cubanos no pudieron testimoniar que son médicos especializados y que apenas han cursado estudios elementales de medicina para justificar el pago del gobierno de México.

Esta situación se replica en nuestro país donde la presidente del Colegio Médico de Honduras ha puesto la alarma del despido de más de 80 médicos hondureños para darles el cupo a los supuestos médicos cubanos que llegaran en los próximos días, devengando un salario de 2.000 dólares mensuales, como si fueran médicos especialistas. Podríamos calificar a los cubanos como médicos perjuros, porque si su verdadera función es la de ser agentes militares, los hondureños estamos siendo objeto de un vil engaño por parte de nuestro gobierno.

Hay que aclarar que en Cuba hay buenos médicos, solo que los que el gobierno cubano envía a México y a Honduras, no son médicos especialistas, apenas tienen conocimientos elementales como los puede tener un paramédico cualquiera. Un médico hondureño tarda en especializarse casi once años desde que inicia la carrera en la escuela de medicina. Y sin embargo gana menos, en comparación que lo que gana un empleado público. Hace poco uno de esos «tontulecos funcionarios» decía que no le ajustaba su sueldo de más de cien mil lempiras mensuales y el diputado Tomás Ramírez lo secundaba funfuñando que su salario de diputado de más de 120 mil lempiras era muy poco por lo poco que hace en el Congreso. En cambio, un médico se considera dichoso si gana 50 mil lempiras haciendo plazas con turnos corridos de hasta 12 horas diarias en un hospital público.

Eso sí, los políticos pasan diciendo que tenemos uno de los mejores sistemas de salud, a pesar de que el sistema es deficitario, no por los médicos, sino porque no están dotados de los medicamentos que requiere el personal médico para dar una atención eficiente a las personas que acuden para atender su salud, En un hospital pueden haber buenos médicos pero si la Secretaria de Salud no surte los hospitales con los medicamentos necesarios, la gente de escasos de recursos se queda con las recetas por no tener con que comprar las medicinas recomendadas.

Podemos decir que el sistema de salud en Honduras es bueno, en gran parte a la resignación de los médicos con el bajo salario que reciben del gobierno, que no compensa los sacrificios de cursar una carrera larga, y por la fidelidad que mantienen con el juramento Hipocrático. Y, sin embargo, el gobierno les paga con el desprecio de mandarlos a la calle y en su lugar contratar agentes cubanos que vienen disfrazados de médicos, si el caso de Honduras es el mismo que ha sido denunciado por el periodista mexicano Fernando Rincón de CNN y secundado de una manera franca por un senador mexicano que acuso al gobierno de López Obrador de robarle el dinero a los médicos mexicanos para ayudarle al gobierno cubano que pasa grandes dificultades.

De que sirve tener buenos médicos, muy sacrificados en Honduras y muy reconocidos más allá de nuestras fronteras, si en el Gobierno de LIBRE se impone el sectarismo ideológico y se prefiere a médicos cubanos que según las denuncias internacionales son verdaderos agentes militares. Vienen disfrazados de médicos, pero en realidad son médicos perjuros.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 6 de febrero de 2024.