BAYUNCADA PSEUDO EDUCATIVA

El ministro de Educación, profesor Daniel Sponda, en una visita a la Santa Sede le entregó al Papa Francisco una camiseta de la Selección Nacional de fútbol, el regalo más inapropiado que un titular del ramo educativo puede entregar a una personalidad mundial en el campo espiritual como es el Papa. Viajar tantos kilómetros para cometer una «bayuncada» que expone muy mal al gobierno de Honduras y al país en general, es lo más desafortunado que pudo hacer el señor ministro Sponda, porque si hubiera tenido la prudencia de pedir consejo, no hubiera incurrido en semejante disparate.

El absurdo comienza porque Honduras no es una potencia de fútbol, nuestra Selección Nacional es insignificante por sus últimas actuaciones que lindan con el desastre, por lo que una camiseta de la selección puede contar como un artículo valioso para un hondureño, fan de la selección. Los regalos y los obsequios se dan, sobre todo cuando lleva implícito el elemento de representatividad nacional, tomando en cuenta los valores que conciernen a la persona a la que tratamos de expresar una muestra de cariño. 

Tratándose del Papa, un obsequio adecuado es un arreglo de la Orquesta Sinfónica Nacional a los dos corridos compuestos en honor a la Virgen de Suyapa, que es la expresión hondureña de la Virgen María, la madre de Jesucristo. Ambas melodías, una del compositor Paco Medina, y la otra del artista radial José Reyes Carranza, el recordado «Indio Calcañal», elevadas al alto nivel musical por la Orquesta Sinfónica Nacional, hubieran sido muy bien recibidas por el Papa, que por su alto nivel cultural sabe apreciar las expresiones musicales que han sido dedicadas a la Virgen, madre de Jesucristo.

Otro regalo que el Papa hubiera apreciado es un libro editado hace algún tiempo por una entidad empresarial que tuvo la afortunada ocurrencia de recoger en laminas a todo color, las fotos de las iglesias más antiguas de Honduras, construidas por los españoles y que aún se conservan en buen estado a pesar del paso del tiempo. Una colección de los Cristos Negros que hay en Honduras, que son varios, seguro que hubiera sido apreciado por el Papa Francisco. Incluso, un video bien elaborado del monumento del Cristo del Picacho, adornado por las composiciones que han escrito personas que conocen el manejo del lenguaje literario religioso sobre esta obra que hoy es un referente de Tegucigalpa, hubiera sido un obsequio del gobierno que el Papa Francisco habría valorado.  

Llevarle de regalo al Papa Francisco una camiseta de la Selección Nacional no solo fue desafortunado sino un obsequio plagado de ignorancia e irreverencia, no solo por el insignificante valor que tiene el fútbol hondureño en el ámbito mundial, sino porque el balompié no es lo idóneo como valor nacional. Si bien es el deporte favorito de la mayoría de los hondureños, el fútbol no encaja en la tabla de valores, por todos los antivalores que arrastra en materia de interés comercial y económico. Pero sobre todo por las pasiones desenfrenadas que desata, que hacen que las personas se desborden en una especie de locura que provoca el hecho de que todos quieren ganar, por lo que hay personas que terminan matando a otros al desbocarse por un resultado que no es el que deseaban.

Cualquier persona pudo haberle llevado al Papa como obsequio una camiseta de la selección, pero que lo haya hecho el ministro de Educación del gobierno hondureño, es lo más infeliz y desafortunado que pudo hacer el señor Sponda, para exponer a Honduras como un país de gente inculta, sin noción de los verdaderos valores culturales. Porque el fútbol no encaja en el delicado contexto de los elementos culturales que tenemos en nuestro país, donde hay diversas obras de arte, libros que tienen valor espiritual y composiciones artísticas relativas a la Patrona de Honduras, la Virgen de Suyapa, que el Papa hubiera apreciado y atesorado, cosa que estamos seguros no hará con la camiseta de una selección de fútbol con una trayectoria de pobres resultados.

La desdicha en este asunto es que no fue cualquier persona la que vulgarizó a Honduras ante una personalidad mundial como es el Papa, fue nada menos que el funcionario que ostenta la responsabilidad de dirigir el ramo educativo hondureño. Fue el ministro de Educación Sponda el que nos ridiculizó, con una bayuncada pseudo educativa, haciendo gala de su crasa ignorancia que no le permite distinguir entre el fútbol que es el arte de la pasión común, y la genuina cultura que si tenemos a través de las diversas expresiones artísticas. Pero solo un bayunco pudo hacer lo que hizo el titular de Educación al llevarle al Papa como obsequio nacional una camiseta de nuestra maltrecha Selección Nacional de fútbol.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 29 de mayo de 2024.