En una respuesta contundente a la solicitud de renuncia hecha por Gabriela Castellanos, directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), el ministro de Planificación y vocero del Gobierno, Ricardo Salgado, la acusó de traición a la patria y de servir a intereses extranjeros. Según Salgado, Castellanos actúa como un peón de fuerzas externas que buscan desestabilizar y derrocar al gobierno de Xiomara Castro. El ministro sugirió que, en lugar de exigir la dimisión de la presidenta, Castellanos debería renunciar debido a su supuesta traición y su cobro del dinero público mientras ataca al gobierno.
Salgado también instó al Ministerio Público a investigar a fondo las fuentes de financiamiento del CNA y de los medios que cubren sus actividades, alegando que estos fondos podrían estar sirviendo a agendas contrarias a los intereses nacionales. La respuesta del gobierno intensifica la ya creciente tensión entre las autoridades y las organizaciones que critican la administración actual, especialmente en el contexto de la reciente controversia sobre la denuncia del Tratado de Extradición con Estados Unidos. El CNA, por su parte, se mantiene firme en sus denuncias, aumentando la presión sobre un gobierno que enfrenta críticas tanto internas como internacionales.