
El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, acabó este lunes con un amparo migratorio que protege a miles de ciudadanos afganos de la deportación y les permite trabajar legalmente en EE.UU.
La Administración republicana había adelantado a finales de abril sus planes para terminar con el Estatus de Protección Temporal (TPS) para las personas de Afganistán y varias organizaciones en defensa de los derechos humanos presentaron la semana pasada una demanda para bloquear la decisión.
En un comunicado este lunes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) formalizó el fin del programa y explicó que, según el Gobierno de Trump, la situación de Afganistán ha «mejorado» y los migrantes que huyeron tras la salida de las tropas estadounidenses pueden volver a su país.