
Nicolás Maduro, tras jurar su tercer mandato presidencial, exigió este domingo que “nadie meta sus narices” en la disputa por El Esequibo, un territorio de 160.000 km² administrado por Guyana pero reclamado por Venezuela, durante las elecciones regionales que incluyeron por primera vez esta zona. Desde Fuerte Tiuna, en Caracas, Maduro calificó la votación en las parroquias Dalla Costa y San Isidro del estado Bolívar como un “ejercicio de soberanía real”, donde 21.403 votantes eligieron un gobernador, ocho diputados nacionales y siete legisladores regionales para el recién creado estado Guayana Esequiba. Acusó a Guyana de ser un “ocupante ilegal” heredado del imperio británico y al presidente Irfaan Ali de ser un “empleado de ExxonMobil”, insistiendo en que pronto deberá negociar y aceptar la soberanía venezolana.
Maduro denunció que la minería ilegal en El Esequibo ha devastado su biodiversidad y ríos, prometiendo que con un gobernador electo y presupuesto se recuperará la región para sus habitantes. Guyana defiende la validez del Laudo Arbitral de 1899, mientras Venezuela apela a la Corte Internacional de Justicia para resolver el litigio. El candidato chavista Neil Villamizar afirmó que no hay tensión en la zona, a pesar de las declaraciones del presidente guyanés sobre la preparación de sus tropas para defender su territorio. La elección en estas áreas rurales, marcadas por carreteras de tierra y problemas de infraestructura, representa un nuevo capítulo en la histórica disputa territorial.