LA LISTA NEGRA

La lista negra es un concepto que data de la segunda guerra mundial que recogía los nombres de una serie de criminales que se dedicaban a los negocios sucios. La justicia de Estados Unidos y de muchos otros países del mundo la han adoptado para registrar a los gobernantes y funcionarios que, abusando de su poder, se lucran de cualquier actividad delictiva sin recato del perjuicio que cometen en contra de otros países. La lista negra en el mundo de las relaciones internacionales entraña una prohibición para tener relación y castigar a aquellos gobiernos que se dedican a las actividades criminales.

Estados Unidos mantiene una lista negra en la que recopila a los gobiernos y agrupaciones de personas que realizan acciones peligrosas que atentan contra la seguridad nacional de su país, entendiéndose en este concepto, el narcotráfico, introducción de armas y trata de personas mediante la inmigración ilegal que introduce a ciudadanos de origen diverso al territorio estadounidense. En las últimas horas el gobierno de EEUU incluyo en la lista negra a los gobiernos de varios países por su vinculación con el narcotráfico, sea porque producen la fabricación de drogas, porque la introducen a Estados Unidos, país que es el más importante mercado consumidor de drogas, o porque estimulan la siembra de plantas y producción de sustancias que sirven de materia prima para la elaboración de narcóticos.

En la lista negra por narcotráfico, para desdicha de los hondureños, junto a Venezuela y Cuba, por primera vez figura Honduras, porque antes, solo aparecía nuestro país como corredor usado por los carteles dedicados a acarrear las drogas con destino a otros países. Hoy Honduras ya no es objeto de un simple señalamiento como corredor, hoy nuestro país ha pasado a engrosar la «lista negra de países dedicados al narcotráfico», lo que equivale a estar tipificado como «narcoestado». Las razones para que Honduras entrara a formar parte de la «lista negra» son muy obvias: comenzó con el narcovideo que capto al diputado Carlos Zelaya con integrantes de los carteles locales, filmado por el más connotado capo narcotraficante del cartel de «Los Cachiros». La vinculación abierta del Gobierno de Xiomara Castro con el líder del «Cartel de los Soles», Nicolás Maduro, fue lo que termino de rematar la innegable asociación del Gobierno del PLR con el mundo del narcotráfico. Pero sobre todo porque la Presidente Xiomara Castro, lejos de marcar distancia de un gobierno que desde hace varios años ha sido señalado como un reducto del narcotráfico, más bien se esmeró por estrechar los vínculos con ese gobierno manchado con el delito más combatido y perseguido en el planeta, de manera que no quedara ninguna duda cual era la preferencia amistosa de la gobernante hondureña y de su partido PLR.

«Dime con quién andas y te diré quién eres», quizás es la expresión española tan antigua como sabia usada desde el siglo de oro de las letras españolas, y que llega hasta nuestros días con el reflejo de una certeza absoluta, porque el que se relaciona con maleantes es porque vive encantado de convivir con los bandidos. Venezuela, desde el inicio del chavismo, estuvo en esa dirección, publicaciones serias como el ABC de Madrid habían detectado el «Cartel de los Soles» desde hace 12 años atrás, cuando el origen del narcotráfico cambio de ruta y las autoridades internacionales «mapearon» a Venezuela como el nuevo escenario desde donde procedían los cargamentos de diferentes drogas dirigidas a varias ciudades de EEUU. 

Ayer, el mundo del narcotráfico recibió dos golpes que lo sacudieron. El gobierno de EEUU descertificó a Colombia por ser un país que permite todo tipo de libertad al narcotráfico e incluyo a una serie de países, entre los cuales figura Honduras, por la permisividad al paso de las drogas y por la elaboración de las mismas en territorio hondureño. Con semejantes características, el actual Gobierno de Xiomara Castro, que no da una, por andar de cachetes embarrados con el gobierno del «Cartel de Los Soles», es parte de la deshonrosa «lista negra» de países narcotraficantes.

Lo cual, por infortunio, nos cae como un baldón de consecuencias reales a todos los hondureños. A partir de hoy cualquier hondureño que pase por los aeropuertos de EEUU, será objeto de una revisión especial, considerada por su país de origen, de ser una persona de dudosa honorabilidad para los agentes de migración, con el riesgo de ser expurgada hasta de los calcetines en el famoso cuartito negro de los aeropuertos, donde los agentes de migración someten a revisión a las personas que proceden de países vinculados al narcotráfico y al terrorismo. De remate, aparejada a la decisión del gobierno de Trump contra el «Cartel de los Soles», el Parlamento Europeo declaro ayer a Nicolás Maduro como el narcotraficante que lidera el «Cartel de Los Soles».

Si el final del TPS fue apenas el comienzo de este suplicio social, lo que se viene de ahora en adelante contra el resto de los hondureños, es que deberemos pagar injustamente una cuota por la vinculación del Gobierno de Xiomara Castro con el cartel más peligroso del narcotráfico internacional. Este es el principio del costo gravoso de haber llevado a Honduras a estrechar relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro, que nos ha hecho aparecer en la célebremente triste lista negra de países gobernados por el narcotráfico.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 16 de septiembre de 2025.