¡DIGNIDAD LEGISLATIVA!

La autoconvocatoria de los diputados de oposición celebrada ayer en los bajos del Palacio Legislativo, propiamente en el parquecito La Merced, para instalar una sesión extraordinaria conforme lo permite la Constitución de la República en los artículos 190, 191, 192 y 193 constituye un hito histórico en la vida parlamentaria hondureña, un acto de dignidad legislativa que se merece el reconocimiento y el aplauso de la ciudadanía y la opinión pública. No hay espacio para hacer reclamos en el sentido de que los diputados lo debieron hacer antes, lo hicieron en el momento que debían hacerlo. Durante varios meses los diputados de la oposición insistieron una y otra vez al usurpador presidente Luis Redondo, para que convocara a sesiones, para salir de la paralización legislativa en que malintencionadamente ha mantenido al Congreso, Luis Redondo.

Como una zarigüeya ratonil, Redondo sacaba la cabeza para prometer que convocaría a los jefes de bancada, pero tan pronto lo prometía, de nuevo se zambullía en el silencio y así, se mantuvo por varios meses burlando y esquivando a los diputados de oposición, dilatando el tiempo, escurriendo el bulto, pretendiendo que el tiempo se agotara y poner a su favor el vencimiento del periodo parlamentario, cuando tendría excusa para convocar a la pseudo Comisión Permanente con la cual Redondo pensaba hacer diabluras antidemocráticas. Los diputados de oposición actuaron con prudencia, que es la mejor aliada de las circunstancias, y también se tomaron su tiempo, y actuaron cuando ya no quedaba más allá. Redondo acudió a lo peor de su repertorio: la mentira y la represión para mantener paralizado el Congreso.

De nuevo Redondo volvió a la carga mentirosa de convocar a los jefes de bancada este martes anterior, solo que esta vez los diputados de oposición no mordieron el anzuelo, decidieron ir a sesionar al hemiciclo, nada más que Redondo acudió a la salida delictiva de cercar el Palacio Legislativo con una muralla policial de película que ya la quisiera la ciudadanía a su servicio para defenderse de los delincuentes. Los diputados de oposición no se desalentaron, y siguiendo el procedimiento parlamentario, cumpliendo los requisitos que exige la ley, sesionaron en el parquecito La Merced, contiguo al Congreso Nacional, conforme lo permite el artículo 191 de la Constitución de la República.

Con la presencia de 75 diputados, los diputados de oposición, conforme el procedimiento parlamentario, lograron instalar la sesión con una asistencia de 75 diputados, con el único punto a evacuar, que era extender el periodo legislativo hasta el próximo 26 de enero 2026, que es lo que siempre intento impedir Luis Redondo. La sesión se celebró con toda la solemnidad del procedimiento parlamentario, aunque no en las cómodas butacas de sus curules, sino todos de pie, invocando a Dios, hasta que los directivos provisionales consumaron el acto parlamentario, aprobando el objetivo único, extender el periodo legislativo hasta el próximo 26 de enero.

Luis Redondo se quedó con su desorbitada barriga, viéndola pasar, esta vez ni con toda la Policía sitiando el Palacio Legislativo pudo impedir el cumplimiento de la ley. Los diputados de oposición le ganaron en coraje y en valor, amparados en la Constitución, cumpliendo fielmente los artículos 190, 191, 192 y 193, y aunque Redondo y el secretario de Seguridad intentaron impedir que los diputados instalaran la sesión, fueron varias diputadas valientes, entre ellas Fátima Mena y Maribel Espinoza, las que llevaron la batuta del valor, y sin temor lograron consumar el acto jurídico. Hago un paréntesis para rendir públicamente un tributo de admiración a las diputadas Mena y Espinoza, por esta gesta histórica que las consagra por su actitud llena de heroicidad, sabiendo que estaban despellejando la barriga de Luis Redondo.

Nada ni nadie puede desconocer o impugnar el acto lleno de legalidad y valor que protagonizaron los diputados de oposición encabezados por las admirables diputadas. Cualquier manotada que pretenda lanzar Luis Redondo solo agravara su triste situación de usurpador de un cargo importante, penalizado con un largo periodo de prisión conforme nuestro Código Penal. El art. 191 de la Constitución es diáfano y preciso: «un numero de 5 diputados podrá convocar extraordinariamente al Congreso Nacional para sesionar en cualquier lugar de la República, cuando el Ejecutivo, otra autoridad, fuerza mayor o caso fortuito impidan su instalación o la celebración de sus sesiones». El art. 193 de nuestra Constitución es resolutorio e incontrastable: «ni el mismo Congreso, ni otra autoridad del Estado o particulares, podrá impedir la instalación del Congreso, la celebración de sesiones o decretar su disolución».

Loor a las valientes diputadas que con una bravía actitud, encabezaron ayer el acto heroico, memorable, que impidió que un fascista aprendiz le asestara un golpe asesino a la democracia hondureña.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 29 de octubre de 2025.