
No es la primera vez que me toca decir que uno de los problemas que afrontan los liberales es que están tan acostumbrados a vivir y a defender la libertad que a veces no encuentran la línea divisoria para tirar la raya dónde se divide el campo, que terminan agrediéndose entre ellos mismos, innecesariamente. Hoy, los liberales están en el mejor punto desde donde pueden alcanzar la victoria para retornar al poder, pero, de pronto se olvidan del librito donde están las recomendaciones para no desperdiciar la magnífica oportunidad, siendo la primera regla de cumplimiento obligatorio: no abrir frentes internos de batalla, que significa no agredirse entre ellos mismos.
Los grandes pensadores liberales como Isaiah Berlin y John Locke decían que los liberales creen tanto en las libertades que a veces ven un peligro en la libertad, porque siendo esta gratuita, muchos líderes liberales viven solo para acumular una enorme cantidad de poder, lo cual es irresponsable e inconveniente. Esto, según los profesores Berlin y Locke, constituye un peligro para la democracia. Los liberales no han podido asimilar esta enseñanza a lo largo de la historia, un peligro comparable a los líderes de otros modelos que solo buscan el poder absoluto.
Los liberales hondureños no son la excepción, siguen cometiendo estos mismos fallos que se han vueltos patológicos; en estos momentos se ha producido un episodio que puede afectar la buena marcha que lleva el candidato liberal Salvador Nasralla, que, conforme las encuestas, encabeza la intención de voto en las preferencias de los electores. La no inscripción del excandidato presidencial Jorge Cálix, en la planilla de candidatos a diputados por el departamento de Olancho, amenaza con agriar las buenas relaciones que hasta ahora prevalecían entre todos niveles del Partido Liberal. La decisión de no inscribir a Jorge Cálix no pasa por la voluntad de la consejera Ana Paola Hall, representante del Partido Liberal, porque es algo que está enmarcado en el cumplimiento de la ley. La consejera Hall pudo haberse saltado las trancas de la ley para inscribir a Jorge Cálix como candidato a diputado por Olancho, tomando una decisión estrictamente política, pero, en una situación así tiene que respetarse el espíritu que prevalece en la persona para actuar apegada al cumplimiento de la ley. No se debe imputar a una persona que actúa con mala voluntad cuando decide apegarse a la ley.
Es imprescindible reconocer, primero que nada, que las diversas crisis que han afectado a Honduras para que continúe en el subdesarrollo, se debe a la inveterada costumbre de violar la ley. Hoy estamos hasta la coronilla, enfangados, por hacer una costumbre la violación a la ley, comenzando por desguazar la Carta Magna. Cuando en el mes de enero de 2022 se produjo el asalto a la Junta Directiva del Congreso Nacional, fuimos de los pocos que saltamos a la palestra calificando esa monstruosidad como un acto de usurpación, más sin embargo, algunos hondureños consideraron aquel hecho oprobioso como un acto enmarcado en la ley porque la usurpación ocurrió en la fecha establecida en la ley. Esa directiva hasta hoy sigue en condición usurpadora.
Cuando la consejera presidente del CNE, Ana Paola Hall se pronuncia apegada a la ley, manifestando que no procede la inscripción del aspirante Jorge Cálix, no lo hace en forma festinada para afectar las aspiraciones de Jorge Cálix. No se pueden desconocer los motivos que tuvo la consejera Hall para apegarse a la ley. El peor daño que se le puede hacer a Honduras es caminar por la misma ruta por donde transita el Partido Libertad y Refundación, que es vivir permanentemente retorciendo la ley para hacer de la violación a la Constitución un acto consuetudinario.
Jorge Cálix es un líder liberal joven, con mucho futuro politico, que, si tomamos en cuenta que tiene aspiraciones presidenciales antes de cumplir los 40 años, nos atreveríamos a pronosticarle un futuro halagüeño que le depara convertirse en presidente de la Republica antes de cumplir los 50 años, porque se lo ha propuesto y en materia política el que se propone y persiste en alcanzar un objetivo, lo consigue. Calix no necesita confundir a los liberales y beneficiar al Partido LIBRE, que es el adversario más peligroso en este momento, cuando flota en el ambiente el clima fraudulento que ha creado LIBRE para ganar las elecciones en forma amañada.
El joven líder Jorge Cálix está llamado a entrar en razón, no es la consejera liberal Ana Paola Hall el objetivo a torpedear, sobre todo, no procede ningún reclamo contra Ana Paola Hall por el hecho de apegarse a la ley, porque cumplir la ley no constituye delito, lo vergonzoso es que en la opinión pública quedara prevaleciendo la idea de que los liberales se hicieron un solo nudo para violar la ley. Eso hubiera sido desastroso, porque los electores indecisos que se están adhiriendo al candidato liberal, por la imagen que irradia de no tener vínculos con la corrupción y el narcotráfico, posiblemente se hubieran decepcionado en masa al ver que los liberales se doblaban, violando la ley, ante el interés político de un importante correligionario.
Mediten bien liberales, los hondureños estamos hartos de las violaciones a la ley como las que se están dando por parte del usurpador presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, y del fiscal sirviente, Johel Zelaya. Pero ¿en qué sitial hubiera quedado el Partido Liberal y su candidato, si la consejera liberal en el CNE hubiera apostado por violar la ley para favorecer a un correligionario? Hay que ver este asunto con los ojos que no se apartan del obligatorio cumplimiento de la Constitución.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 5 de noviembre de 2025.
