Sin Taiwán, sin TPS, sin empleo

Por Nery Alexis Gaitán

Un buen Gobierno procura el bienestar de los ciudadanos, haciendo énfasis en mejorar la calidad de vida de los más necesitados que, en Honduras, son la mayoría. Por lo tanto, todos sus proyectos deben tener una alta proyección social.

Su política exterior debe ser eficiente para relacionarse con la comunidad internacional, en aras de obtener el mayor beneficio posible mediante relaciones ecuánimes y de dignidad. Pero las relaciones internacionales de este gobierno están marcadas por la mediocridad y la ineptitud. La torpeza es
tal, que como dice nuestro pueblo, “no han dado pie con bola”.

Desde el inicio, por seguir una agenda izquierdista, apoyando a los líderes del mal llamado “socialismo del Siglo XXI”, sinónimo de miseria, empezaron una confrontación absurda con los Estados Unidos. El primer gran daño que le hicieron a los hondureños fue terminar relaciones con Taiwán; concluyeron
abruptamente una generosa amistad de más de 80 años. Justo es reconocer la significativa ayuda taiwanesa en proyectos de piscicultura, porcinos, agrícolas, en educación, etc. Además de las constantes donaciones millonarias en salud y otros rubros que impactaban positivamente en la hondureñidad. Recordemos la terrible situación de la quiebra de las camaroneras al cerrarse el mercado
taiwanés.

La triste excusa para traicionar a nuestros amigos fieles fue que Taiwán se negó a darle dos mil millones de dólares a este Gobierno. Esto fue un acto de extorsión diplomática. En cambio los chinos continentales, mezquinos al por mayor, no han beneficiado en nada a nuestro pueblo. El único interés de este Gobierno era afianzar su agenda política izquierdista adversa a nuestra democracia.

Para continuar con la confrontación innecesaria, empezaron a atacar a la embajadora Dogu, por ciertas declaraciones que dio, que de paso eran correctas, pero las tomaron como pretexto para denunciar el Tratado de Extradición, aunque todo mundo supo que la finalidad era proteger a altos funcionarios ligados al narcotráfico y al crimen organizado. Dieron marcha a tras por la presión de la política de Donald Trump.

Así las cosas, siguieron haciendo el ridículo apoyando y defendiendo los regímenes totalitarios izquierdistas de Cuba, Nicaragua y, sobre todo, de Venezuela, reconociendo el mega fraude electoral que hizo Maduro. En franca oposición a la política estadounidense.

Ante este panorama confrontativo ya se esperaba que el presidente, Donald Trump, no renovara el TPS para casi 60 mil compatriotas. A esto se suman las cifras mentirosas dadas por el Gobierno al sostener que ha mejorado las condiciones de vida, y que ha reducido la pobreza, lo que no es cierto. Estamos por enfrentar una grave crisis social ya que el país no está en condiciones de recibir a nuestros hermanos retornados; y las remesas bajarán considerablemente ocasionando más pobreza y miseria.

Otro desacierto de este Gobierno es haber iniciado una pelea constante con los empresarios e inversionistas. Creando un clima de inestabilidad social y jurídica, lo que ha ocasionado que en los últimos dos años hayan cerrado más de mil empresas. Agravando de esta manera los altos índices de desempleo. Es por esta causa que sólo el año pasado un millón de hondureños emigraron buscando un lugar donde poder trabajar y comer.

Es inaudito todo el daño que la política gubernamental izquierdista le hecho a los pobres de Honduras. A esto hay que agregarle el alto costo de la vida, la canasta básica está carísima. Se ha incrementado la delincuencia común; la extorsión, el narcotráfico y el crimen organizado hacen de las suyas a vista y paciencia del Gobierno. Los hospitales están sin medicinas, no se le paga al personal de salud, la educación está abandonada…

Las condiciones de vida son muy lamentables para los pobres. Y los “refundidores” quieren repetir en el poder, a costa de lo que sea, como si le hubieran hecho un bien a Honduras y no la tragedia en que la han convertido.

¡Libre nunca más!