
Es evidente que en nuestro tiempo la única forma legítima de gobierno es la democrática, por ser el sistema que se funda en la voluntad de los ciudadanos, libremente expresada, renovada y refrendada periódicamente con posibilidad de rectificación. Con una condición: que sea posible, efectiva, real, y que se den las condiciones necesarias para su ejercicio. Si no sucede así, es porque hay una falsificación de la democracia, es decir, una democracia pervertida, que es la forma más peligrosa de la ilegitimidad como sucede en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Se dice que hay democracia en los países donde se celebran elecciones en libertad, con una opinión pública vigorosa, que se expresa sin temor, que no se deja acondicionar por ninguna autoridad gubernamental, que sea capaz de manifestar la voluntad real de los ciudadanos. Para que haya elecciones limpias y transparentes, y que se cumplan las condiciones mínimas, se requiere que el organismo que organiza y supervisa el evento electoral este integrado por personas competentes y comprometidas con Honduras, porque son los responsables de que los hondureños podamos tener elecciones limpias, funcionarios dispuestos a evitar que las elecciones resulten un proceso amañado.
En una época como la que vivimos, cuando no solo flaquean los principios, sino que hay partidos, grupos poderosos ligados simultáneamente a la política y al crimen, personas y organizaciones dedicadas a minar, desprestigiar y a ridiculizar los principios morales, el organismo electoral conocido como CNE, pudo sacar avante las fundamentales Elecciones Primarias, gracias al empeño y valentía de la concejera presidente Cossette López, que tuvo que enfrentar las acometidas del concejero del PLR, Marlon Ochoa, cuyo comportamiento impropio fue el de un energúmeno, que desde un principio demostró que su objetivo era torpedear las Elecciones Primarias.
El ambiente que implanto el concejero Ochoa en el interior del CNE fue el del agresor que en todo momento busco intimidar a la concejera presidente para hacerle la vida imposible, urdiendo un plan nefasto que estuvo a punto de echar a perder las Elecciones Primarias, contando con una estrategia diabólica, con la complicidad del alto mando militar comandado por Roosevelt Hernández. El ocultamiento de las urnas para que los ciudadanos no pudieran votar tuvo el padrinazgo de los altos jefes militares, hecho bochornoso del que no se pueden desligar las FFAA.
Contra viento y marea, con el empeño de su presidente y el personal comprometido del CNE, las urnas llegaron por fin a su destino catorce horas después de abierto el proceso, de manera que el evento no resulto fallido porque los electores nos resistimos en los centros de votación hasta ejercer el sufragio. El consejero Ochoa enfiló sus baterías contra la concejera Cossette López, porque su afán era destruir su imagen y de paso truncar las Elecciones Primarias. Afortunadamente, Ochoa no pudo consumar su objetivo, porque la concejera López, aquel día no desmayó hasta hacer llegar las urnas a los centros de votación, y porque los electores soportamos hasta ver las urnas colocadas en sus lugares para ejercer el derecho.
Habiendo pasado ese episodio tenebroso, que no fue producto de errores sino de la malévola intención fraguada para desbaratar las Elecciones Primarias y de paso destruir a la concejera presidente Cossette López, llegamos al día en que esta valiente profesional culmina sus funciones como presidente, dejando a partir del 11 de septiembre la responsabilidad de presidir el CNE a la concejera representante del PL, Ana Paola Hall, de la que no tenemos ninguna duda que sabrá cumplir con su responsabilidad para concluir el proceso electoral el próximo 30 de noviembre, siguiendo las normas internas del CNE, el mandato Constitucional que, conforme su conducta personal, le impone el deber sacrosanto de hacer que el evento electoral del 30 de noviembre, vital para mantener la democracia en Honduras, se desarrolle hasta el último minuto en que el total de los hondureños registrados en el censo electoral deposite su voto en las urnas.
Tenemos la fe y la esperanza de que nada ni nadie nos impedirá a los hondureños elegir a un nuevo gobierno que regirá los destinos de Honduras a partir de enero del 2026. Pero, para poder llegar a esa feliz culminación, no debemos olvidar que la concejera Cossette López tuvo que sortear los momentos más difíciles y crueles que el energúmeno representante del PLR le hizo pasar en su despropósito de impedir la celebración de las Elecciones Primarias sin las cuales los hondureños no podíamos llegar a elegir un nuevo gobierno el 30 de noviembre. La culminación de la concejera López ha tenido una secuencia heroica, y de la concejera Ana Paola Hall no podemos esperar menos, porque ella también tiene la suficiente energía y valor, igual que el carácter necesario, para no dejarse intimidar por la conducta aterradora del representante del PLR.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 10 de septiembre de 2025.