
El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó su informe anual sobre prácticas de derechos humanos, destacando que en Honduras no se registraron avances significativos en 2024, con problemas persistentes como ejecuciones arbitrarias, desapariciones, torturas, detenciones ilegales y restricciones a la libertad de expresión y de prensa.
El reporte señala que, pese a algunos esfuerzos del gobierno por identificar y sancionar a funcionarios responsables de abusos, la corrupción, la interferencia política, la debilidad del sistema judicial y la falta de recursos continúan impidiendo condenas efectivas. Además, grupos criminales y narcotraficantes son responsables de homicidios, secuestros, extorsión, trata de personas e intimidación contra periodistas, defensores de derechos humanos y líderes sindicales, en un contexto donde la impunidad sigue siendo generalizada.
En materia de libertad de prensa, aunque la ley la garantiza y el gobierno generalmente la respeta, se documentaron amenazas, agresiones y censura indirecta, como la exclusión de medios críticos de eventos oficiales y el retiro de publicidad estatal. El informe destaca casos como la agresión a la periodista Magaly Zelaya Ferman por fuerzas de seguridad durante una protesta en septiembre, además de amenazas de funcionarios y simpatizantes del gobierno contra comunicadores.
En cuanto a seguridad, se reportaron 26 casos de presunta tortura por parte de fuerzas de seguridad, 37 según el CONADEH, junto con abusos sexuales, tratos crueles y la muerte de 21 personas bajo custodia. Sobre derechos laborales, el informe critica restricciones legales y prácticas como despidos por afiliación sindical y amenazas a líderes, concluyendo que la impunidad y la debilidad institucional siguen siendo las principales barreras para el respeto de los derechos humanos en Honduras.