
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, expresó su preocupación, aunque no sorpresa, ante la orden del Fiscal General, Johel Zelaya, de intervenir el CNE y secuestrar la documentación del proceso electoral del 9 de marzo a través de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).
López denunció que los consejeros trabajan bajo “amenaza permanente y amedrentamiento”, señalando que esta acción refleja un debilitamiento de la democracia en Honduras. Criticó que el sistema esté siendo manipulado para servir a intereses poco claros, al margen de la legalidad, los derechos humanos y los principios constitucionales, y alertó a la población a mantenerse vigilante ante estos acontecimientos.
López reveló que las amenazas contra ella no son nuevas, recordando que el 5 de marzo, el consejero Marlon Ochoa pidió públicamente investigarla por conspiración. Afirmó que la intervención del CNE y las acusaciones de conspiración son ajenas a su gestión, asegurando que su labor se ha limitado a cumplir con los deberes legales y documentar el proceso electoral.
La presidenta del CNE calificó estas acciones como una violación a la legalidad que la deja en desamparo, y hizo un llamado a los organismos de derechos humanos y a la misión observadora de la Unión Europea, recientemente llegada al país, para que evalúen la situación y garanticen el respeto al proceso democrático.
Es insostenible continuar trabajando en el CNE en un ambiente sin garantías legales ni democráticas.
— Cossette López-Osorio (@CossetteOficial) July 30, 2025
A pesar de las amenazas directas contra mi vida y mi libertad, he permanecido firme en mi compromiso con la ley, el proceso electoral y la democracia. Pero hoy, la amenaza ya no…