
Sin el ánimo de maltratar a la candidata del PLR, Rixi Moncada, pero considerando que no por ser política está facultada a tergiversar conceptos tan elementales como los que tienen que ver con la calificación de las acciones de los sectores importantes de la sociedad, es importante dejar sentadas ciertas definiciones de manera puntual. Por ejemplo, cuando la candidata Rixi Moncada habla de quienes no pagan impuestos, debe saber que los únicos que se libran de pagar los santos impuestos son las personas y los sectores que están exonerados por ley de enterar tributos al fisco nacional. Un sector privilegiado eternamente en este sentido es el magisterial, porque así lo aprobó un Congreso Nacional, que en su momento lo hizo para honrar a los profesionales de la enseñanza, que son los cultivadores de la educación de las nuevas generaciones.
También por ley están las personas cuyos salarios no sobrepasan un nivel determinado, por lo que el Estado los perdona y permite que dispongan enteramente de los ingresos que devengan; también hay exoneraciones para ciertos rubros empresariales que fomentan ingresos en rubros como el turismo y otros sectores productivos, que son incentivados porque generan miles de puestos de trabajo. Esto se hace, igual que en EEUU y otros países donde hay políticas que incentivan la generación de puestos de trabajo, como la forma ideal para combatir la pobreza.
Fuera de estas excepcionalidades nadie se escapa de pagar impuestos, por lo que la ignorancia de la candidata Rixi Moncada al decir que los bancos no pagan impuestos es otra mentira que no le abona a su perfil político, y un político que nutre de mentiras sus discursos cae en el plano de la informalidad y falta de seriedad. Arremeter contra el sistema financiero, es parte de la filosofía populista del PLR, que es totalmente desafecto contra todos los sectores que tienen una alta incidencia en la economía del país.
Sin embargo, al declararse una enemiga contumaz, no solo del sistema financiero sino de todo aquella actividad que tiene que ver con la economía del país, Rixi Moncada pierde la perspectiva de ser una política seria, para pasarse al campo vulgar de los «habla-latas», que todo lo enfocan desde el ángulo cerril de la ideología donde los enfoques se basan en la tergiversación de los hechos, lo cual no debe corresponder a un politico que se precie de ser seria, merecedor o merecedora de la confianza de los ciudadanos.
En este sentido, Rixi Moncada no se hace merecedora a la confianza de los hondureños, porque una aspirante presidencial que se declara enemiga de los sectores que invierten para crecer y para generar más puestos de trabajo, no es una lideresa que piensa en el bienestar de las personas, por el contrario, es una política que propugna por la pobreza de los hondureños. Ofrecer mejores salarios desde la plataforma del gobierno, es lo más mentiroso que puede expresar un politico, porque el gobierno es apenas un pequeño generador de empleos, y estos casi todos son reservados para los activistas del partido de gobierno, que por lo general son malos empleados, pero que devengan grandes sumas por desempeñarse como serviles de los gobernantes,
Sin el ánimo de irrespetar a la candidata del PLR, como generadores de opinión pública tenemos el deber de exigirle que, en el mal manejo de los conceptos que es una norma de los populistas, no debe irrespetar a los ciudadanos, expresando conceptos tergiversados, porque los que entendemos el idioma y manejamos los conceptos legales estamos en la obligación de exigirle que no nos mienta, escudándose en la ignorancia de los conceptos. Hay sectores exonerados de impuestos, como los que mencionamos y que están justificados, pero la inmensa mayoría de las empresas estamos atados al deber tributario.
Mas bien, es muy posible que sean los sectores politicos los que no paguen impuestos, especialmente los que al asumir las riendas del poder se apropian de los mandos en forma autoritaria, manejándolos a su antojo, exigiendo que todos los demas ciudadanos cumplan obligaciones tributarias, aunque ellos se queden como en el cuento de los chanchitos, revolcados en el lodo del dinero ajeno, que eso es el dinero público manoseado o cuando menos, mal manejado.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 17 de junio de 2025.