El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió un contundente mensaje en respuesta a los disturbios atribuidos a migrantes en Los Ángeles, calificando a la ciudad como “invadida y ocupada por extranjeros ilegales y criminales”. Según Trump, turbas violentas estarían atacando a agentes federales en un intento por obstaculizar las operaciones de deportación. En su declaración, el mandatario aseguró que estos actos “sin ley” solo refuerzan su determinación para actuar, ordenando a la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, al Secretario de Defensa, Pete Hegseth, y a la Fiscal General, Pam Bondi, coordinar con otras agencias para tomar medidas inmediatas y liberar a Los Ángeles de lo que describió como una “invasión de migrantes”.
Trump prometió restablecer el orden en la ciudad mediante la expulsión de los “ilegales” y el cese de los disturbios, enfatizando una postura firme para “liberar” Los Ángeles. Su declaración refleja una política de mano dura frente a la migración y los desórdenes reportados, generando expectativa sobre las acciones que implementarán las autoridades federales en respuesta a esta crisis. El anuncio, cargado de un tono de urgencia, subraya la prioridad del presidente de abordar la situación con medidas contundentes para garantizar la seguridad y el control en la ciudad.