
En una final vibrante y cargada de igualdad, España volvió a tropezar en una tanda de penaltis, como la que le dio su primera Liga de Naciones, pero esta vez el fallo de Álvaro Morata desde los once metros permitió a Portugal alzarse con el título en Múnich. La Roja, que había soñado con encadenar títulos consecutivos, vio frenada su racha de más de dos años sin perder, pese a los goles de Zubimendi y Oyarzabal. Portugal, liderada por un Nuno Mendes decisivo y un Cristiano Ronaldo que marcó su tanto 138 con 40 años, remontó dos veces los golpes españoles, mostrando su capacidad para castigar el mínimo error en un duelo de altísimo nivel.
A pesar de la derrota, España consolida su estatus como favorita para el Mundial 2026, aunque el aviso recibido en Múnich le obliga a reflexionar. Sin pilares como Carvajal y Rodri, Luis de la Fuente apostó por Zubimendi, omnipresente en el mediocampo, y Oyarzabal, héroe de la Eurocopa 2024, quienes respondieron con creces. La Roja dominó por momentos con los balones largos de Huijsen a Nico Williams y la paciencia de Lamine Yamal ante el marcaje de Mendes, pero los ajustes tácticos de Roberto Martínez y la falta de contundencia defensiva llevaron el partido a la prórroga y a unos penaltis donde Morata, asumiendo la responsabilidad pese a sus heridas pasadas, no pudo evitar la caída de un equipo que sigue soñando con hacer cotidiano lo extraordinario.