El reciente nombramiento de Rixi Moncada como Ministra de Defensa ha generado un fuerte rechazo entre analistas políticos y sectores de la sociedad hondureña. Nelson Ávila, economista y exprecandidato presidencial del Partido Libertad y Refundación (Libre), ha calificado la designación como «incoherente» y «antiética», señalando que Moncada, actual precandidata presidencial, debería haber renunciado a su cargo según las directrices de la presidenta Xiomara Castro. Ávila argumenta que mantener a Moncada en funciones públicas mientras aspira a la presidencia representa un claro conflicto de intereses, lo que podría perjudicar la imparcialidad del proceso electoral de 2025.
Ávila también ha puesto en duda la ética del nombramiento, dado que Moncada supervisará a las Fuerzas Armadas, responsables de custodiar las urnas durante los comicios. Este contexto, según Ávila, podría colocarla en una ventaja desleal frente a otros candidatos de su partido, afectando la confianza pública en el proceso electoral. El analista criticó además el gobierno de Xiomara Castro por incrementar la incertidumbre política con decisiones que, en su opinión, desafían la racionalidad y la ética política, y sugirió que el nombramiento podría estar vinculado a maniobras internas dentro del Partido Libre para influir en las elecciones primarias.