El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, comenzó su segundo mandato este sábado con un control casi total del país y sin oposición efectiva. A los 42 años, Bukele, quien ganó un 85% de los votos en las elecciones de febrero, prestará juramento en el Palacio Nacional ante miles de simpatizantes y dignatarios internacionales.
Bukele, conocido por su presencia en redes sociales y su estilo autoritario, ha logrado consolidar su poder al controlar todos los poderes del Estado. Recientes reformas aprobadas por su mayoría legislativa podrían incluso permitirle la reelección indefinida, un movimiento que analistas consideran alarmante para la democracia salvadoreña.
A pesar de sus políticas de «mano dura» contra las pandillas, que han sido emuladas por otros líderes regionales, Bukele enfrenta críticas por violaciones a los derechos humanos y desafíos económicos significativos. Con una deuda pública de 30,000 millones de dólares y una alta tasa de pobreza, la sostenibilidad de sus políticas de seguridad y su capacidad para mejorar la economía serán claves para su segundo mandato.