Museo del Golpe

Tegucigalpa, Honduras.

La señora inauguró un museo para recordar las atrocidades que se cometieron en el 2009 y de la que ella y su marido son los responsables. Si en verdad desea que no perdamos la memoria histórica de esos fatídicos eventos, aquí le recuerdo algunos:

Desde el inicio de su gobierno, Manuel Zelaya se enfocó erróneamente en algunos aspectos:

1. Criticar duramente la administración anterior como la causante de muchos problemas del país.

2. Criticar a la empresa privada por ser representantes del “capitalismo salvaje y cruel”, por no generar riqueza y ser mezquinos y crueles con los trabajadores.

3. Criticar a los medios de comunicación masiva, por no promocionar, según él, las actividades que su gobierno hacía para favorecer a los pobres; y que sólo destacaban aspectos negativos de su gobierno.

4. Criticar al gobierno de los Estados Unidos por ser el imperio del “capitalismo salvaje”. 5. En su etapa final, a desacredita las instituciones democráticas, los partidos políticos y los demás Poderes del Estado.

“El presidente Zelaya heredó una situación macroeconómica muy favorable, inflación baja, deuda externa condonada, reservas internacionales altas, una estrategia contra la pobreza, una política pública salarial definida, estabilidad del Lempira y un déficit fiscal acorde”.

Pero toda esta situación favorable desapareció en poco tiempo al despilfarrar los bienes del Estado inmisericordemente. Se malgastó el dinero condonado para la Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERP), y los gastos excesivos, el despilfarro a manos llenas, llevaron el gobierno a la bancarrota. Como ejemplo, puedo mencionar el dispendio de Zelaya en puros, joyas y caballos, gastos pagados con fondos de Casa Presidencial y que ascendieron a más de 123 millones de lempiras.

El Tribunal Superior de Cuentas, dio un informe sobre gastos injustificados de Casa Presidencial, que sólo el año 2008, ascendió a la cantidad de Lps. 431,696,988.56. Posteriormente se fueron destapando innumerables actos de corrupción y despilfarro, como mil seiscientos millones de lempiras que se gastaron en la promoción de la “cuarta urna”, cinco mil quinientos millones de lempiras sin ningún respaldo documental, noventa y ocho millones de dólares que desaparecieron de COPECO, compras suntuosas como motocicletas Harley Davidson, caballos pura sangre portugueses, Hummer’s, fincas ganaderas y agrícolas, casas lujosas, costosas propiedades dentro y fuera de Honduras, EE. UU. y Costa Rica, todas obtenidas con dineros del Estado.

Zelaya no entregó el Presupuesto de la nación en el tiempo indicado por las leyes (septiembre 2008) e insólitamente el país estuvo sin presupuesto General de Ingresos y Gastos en los seis meses del 2009, del cual desaparecieron cinco mil millones de lempiras.

Para finales del 2008, la deuda externa se había disparado, la inflación iba para arriba, el déficit fiscal se había incrementado, la masa salarial casi se había duplicado y el crecimiento de la economía se había desacelerado.

Durante ese mismo año en una forma inconsulta, elevó el salario mínimo en un 61%, lo que causó un gran impacto negativo en la economía del país, ya que muchas empresas se vieron obligadas a cerrar y a despedir a sus trabajadores.

Su política exterior, endeble y errática, no le permitió fortalecer lazos con países cooperantes que le ayudaran a mejorar la economía. Al contrario, los desaciertos de los cancilleres, tuvo tres, fueron evidentes, incluso uno de ellos renunció por escándalo público relacionado con problemas de alcoholismo.

Al final no se ha podido determinar la cantidad exacta que se despilfarró en el Gobierno del Poder Ciudadano. El proyecto continuista de la cuarta urna siguió despilfarrando a manos llenas el dinero del pueblo. Este gobierno dejó el país en la más absoluta bancarrota, no quedó ni un lempira en la Tesorería General de la República.

Sólo recordemos cómo huían con las maletas llenas de dinero al grado que la actual Ministra de Finanzas dejó botadas en el hotel varias maletas conteniendo millones de lempiras.

Si el haber dividido a la familia hondureña y crear un gran caos social, incluyendo muertes de valiosos compatriotas, es motivo para un museo, no olvide señora que al final la Historia juzga duramente a los corruptos y malvados.

¡Libre nunca más! Nery Alexis Gaitán