Crisis en el Congreso

Tegucigalpa, Honduras.

Están por cumplirse 42 años de vigencia de la Constitución actual, en donde, después de varios gobiernos militares, el país retornó a la vida democrática. Desde entonces, el Poder Legislativo, aun con las desavenencias de los políticos, nunca paralizó sus importantes funciones. Al final, éstos siempre se ponían de acuerdo y el Congreso Nacional continuaba legislando.


Pero, al instaurarse el Gobierno de Libre, los diputados iniciaron una crisis que ha desembocado en la paralización legislativa que estamos viviendo. Esta es la legislatura más improductiva que hemos tenido en la historia reciente de nuestro país.


No vamos a enumerar los desaciertos, que desde la instauración de la Junta Directiva ilegal, ha hecho el oficialismo con la complicidad de algunos diputados de la oposición democrática. Pero la imposición ha sido la norma, siguiendo una agenda política que adversa el Estado de Derecho y nuestro sistema de vida.

Lo que originó esta última etapa de la crisis ha sido el nombramiento, por la Comisión Permanente, del Fiscal General y el Fiscal Adjunto, de forma interina; Comisión que formó Luis Redondo con diputados oficialistas. Y hasta el momento no han consensuado para nombrarlos en propiedad, ni tampoco otros funcionarios, así que la telenovela sigue.

Como no hay consensos, de forma arbitraria el diputado-presidente suspendió las sesiones y olímpicamente los diputados están sin trabajar, pero cobrando el sueldo, viáticos y demás canonjías. Así que todo es fiesta para estos pícaros “padres de la patria”.


Al no se sesionar, han dejado de promulgar leyes a favor de los más necesitados, si es que alguna vez lo han hecho, y la agenda legislativa está en el olvido, causándole un gran daño a los pobres de este país, que son la mayoría. Pero a ellos no les importa si los pobres viven a mueren. Es así que no aprobaron un dinero para el IHSS, ni para otras necesidades urgentes; y ni siquiera han aprobado el Presupuesto General para este año.


Tampoco se puede desconocer que esta crisis, por un lado, está generada por la imposición de la agenda política de Libre, que desea poner a sus allegados en todos los puestos clave para hacer y deshacer a su antojo, no solo con el dinero del pueblo, sino también para instaurar el socialismo en nuestra patria y eliminar nuestro sistema democrático.


Por otro lado, esta crisis está generada por la corrupción, que es la tragedia nacional. Es obvio que muchos diputados han delinquido y saben que procederán contra ellos. Es así que están negociando impunidad para volver a las sesiones, y así apoyar la agenda política de Libre.

Todas las distracciones que hacen, peleas, insultos, etc., es para desviar la atención del problema real: están tratando, por todos los medios posibles, que no se les judicialice. Aunque algunos ya aparecen en la lista Engel y son nombrados en distintas Cortes de los Estados Unidos, y ya sabemos que más temprano que tarde la justicia los llamará a cuentas. ¡Qué necesaria es la pronta instauración de la CICH!


Hasta el momento no se avizora una salida a estas crisis que ha generado la parálisis legislativa. De llegar el 25 de enero sin consensos, los funcionarios que han sido nombrados de forma interina, seguirán en sus cargos, quizás los dos años que faltan de este gobierno.

Lo realmente terrible sería que los diputados no se presentaran a sesión ese día y no se instaurará la tercera legislatura, eso abrirá las puertas del caos social. Pero esperemos que no sean tan torpes y malvados, se conduelan de este pobre pueblo y no le generen más daño del que le han hecho.


Los diputados deben legislar a favor de los menos favorecidos y trabajar por el bienestar común. Para eso fueron elegidos, jamás deben olvidarlo.


¡Honduras necesita diputados honestos!