El gobierno hondureño, a través de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, ha aprobado la licencia ambiental para la construcción de una megacárcel en las Islas del Cisne, situadas a 250 kilómetros de Islas de la Bahía en la zona insular del país.
El ministro del Ambiente, Lucky Medina, anunció la decisión en sus redes sociales, detallando que la resolución fue tomada con la participación de 40 profesionales certificados. “Aprobamos Licencia Ambiental ‘Cárcel de Máxima Seguridad en Islas del Cisne’”, posteó Medina en su cuenta de X (anteriormente Twitter).
El ministro también explicó que la construcción de esta cárcel es una medida estratégica para desbaratar las estructuras del crimen organizado debido a la distancia geográfica de tierra firme.
“Los que se oponen a la construcción del proyecto es el crimen organizado precisamente porque la distancia geográfica de tierra firme a Islas del Cisne desbaratará las estructuras criminales de cómo están organizadas actualmente y eso facilita las tareas de control territorial, de defensa y de seguridad por parte del Estado”, señaló Medina.
Para conservar el valioso ecosistema de la zona del Caribe hondureño, el proyecto incluirá un Centro de Monitoreo Biológico. La aprobación de la licencia ambiental es la primera fase del proyecto, que abarca detalles del diseño final de estudios biológicos, marino-costeros y la ampliación de datos científicos.
La segunda fase se centrará en la infraestructura, incluyendo una granja solar para generar energía de manera sostenible y plantas de tratamiento de aguas residuales. La cárcel en Islas del Cisne está diseñada para albergar a unos dos mil privados de libertad.
Se estima que unos 80 millones de dólares (2 mil millones de lempiras) se destinarán a las obras de infraestructura de la cárcel. La instrucción es clara: que el penal esté listo lo más pronto posible para trasladar a “sus primeros huéspedes”, quienes serán identificados como “hampones y personajes corruptos”.