Estados Unidos volvió hoy a ser miembro de pleno derecho de la Unesco, organismo que había abandonado en 2018 durante la presidencia de Donald Trump.
La bienvenida oficial fue comunicada por la organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que ya el pasado 30 de junio había aprobado, en una conferencia extraordinaria en París, el plan de reingreso inmediato propuesto desde Washington, que incluía el pago de una deuda millonaria que databa de 2011.
“El regreso de Estados Unidos a la Unesco es ya una realidad: ha vuelto a ser oficialmente Estado Miembro de nuestra Organización”, celebró la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en un comunicado.
“Se trata de una excelente noticia para la Unesco, cuyo impulso renovado en los últimos años se verá aún más reforzado. Nuestra acción será más fuerte en todo el mundo”, agregó Azoulay.
El reingreso, con el que la Unesco pasa a tener 194 miembros, se hizo efectivo de manera automática después de que el Gobierno estadounidense firmara y depositara el acta constitutiva de la organización, un proceso que terminó este mismo martes.
Se trata de un paso, según Azoulay, que no solo refuerza a la agencia con sede en París, sino el multilateralismo.
“Este es un momento histórico. Nuestra organización avanza una vez más hacia la universalidad. También quiero compartir esta victoria de la Unesco con toda la familia de las Naciones Unidas, porque es una excelente noticia para el multilateralismo en su conjunto. Si queremos hacer frente a los retos de nuestro siglo, sólo puede haber una respuesta colectiva”, señaló.
Estados Unidos había oficializado su intención de volver a la Unesco a comienzos de junio, una propuesta que vino acompañada por un plan financiero que comprendía no solo abonar su contribución como miembro correspondiente a 2023, sino un calendario para saldar la deuda de 619 millones que acumuló entre 2011 y su salida de la organización, además de otras aportaciones voluntarias.
En concreto, hará una aportación de 150 millones extras cada año a partir de 2024, que se sumarán a la cuota anual de miembro obligatoria (alrededor de 30 millones) y a contribuciones extra voluntarias.
El plan fue sometido a examen en una conferencia extraordinaria en París a finales de junio, a fin de que la vuelta estadounidense pudiera cerrarse en julio. Los entonces 193 miembros dieron un respaldo mayoritario a la iniciativa, con solo diez votos en contra (Rusia y Palestina, China, Irán, Bielorrusia, Nicaragua, Siria, Indonesia, Corea del Norte y Eritrea).
Estados Unidos había anunciado que se iba de la Unesco a finales de 2017, durante el mandato del anterior presidente, Donald Trump, quien acusaba a la institución de adoptar posiciones reiteradamente antiisraelíes.
Washington ya había abandonado la Unesco en 1985, durante la presidencia de Ronald Reagan, y retornó en 2003.
Además, en 2011, cuando en la Casa Blanca estaba Barack Obama, Estados Unidos había congelado su contribución anual obligatoria como integrante de la organización, en aplicación de una legislación del Congreso en reacción a la aceptación de Palestina como miembro de la Unesco.
Pero en una carta enviada a la Unesco el pasado 8 de junio, el Departamento de Estado afirmó haber tomado nota de los “esfuerzos” de la organización por “implementar reformas de gestión y administrativas clave, así como para reducir el debate politizado, especialmente en lo relacionado con Oriente Medio”.
Washington manifestó de esa forma su voluntad de reingresar cuanto antes en la organización, un giro en consonancia con la vuelta al multilateralismo de la Administración de Joe Biden.
Para sortear los obstáculos legislativos internos referidos a Palestina, el Congreso estadounidense promovió en diciembre pasado una excepción por acuerdo entre republicanos y demócratas que permite volver a financiar la Unesco.
Estados Unidos volverá así a ser el principal contribuyente al presupuesto de base de la organización, que luego se complementa con aportaciones voluntarias por un monto que en los últimos años fue casi igual a las aportaciones obligatorias.