Tras provocar diez muertes en suelo americano y destrozos por todos lados, Beryl -tras haber tocado Estados Unidos como huracán categoría 1- este martes ya se había degradado a ciclón subtropical.
El fenómeno climático, que tras azotar Texas tomó rumbo noreste en territorio estadounidense, este martes deja más de 2,2 millones de usuarios en Texas sin energía eléctrica, por daños en la transmisión eléctrica.
Mientras equipos trabajaban para restablecer el servicio, varias ciudades establecían refugios con aire acondicionado, ya que se esperan altas temperaturas con sensaciones térmicas en torno a los 41ºC, según el Servicio Meteorológico Nacional. Otros 14.000 clientes tampoco contaban con el servicio en Luisiana.