PÓLVORA EN ZOPILOTES

La prensa nacional informó que el BID le prestará al gobierno 25 millones de dólares para fortalecer las habilidades de las personas que buscan empleo, lo que podría ser un chiste de mal gusto, porque el Estado tiene que capacitar a las personas a través del sistema educativo que es en el que tiene que invertir, y debe hacerlo desde la base que es la educación primaria. La danza de préstamos que se da en casi todos los gobiernos en los períodos políticos no ha parado, y el actual Gobierno de Libertad y Refundación no hace la excepción, porque, pedir préstamos para un objetivo ilusorio como el mencionado, es pensar que el gobierno busca justificaciones de todo tipo para acceder a préstamos que le pongan a su disposición mucho dinero en este período.

El Estado no debe actuar como el gran empleador, porque ese no es su papel, el gobierno debe emplear el personal mínimo pero eficiente para atender especialmente las oficinas que prestan servicio al público. El gobierno debe emplear para las diferentes dependencias de la administración pública a personal capacitado y con experiencia. Pero, si el propósito es capacitar a todos los militantes del partido para que puedan desempeñar un cargo público, el gobierno está esquilmando el bolsillo de los contribuyentes y eso nos da derecho a protestar con toda la razón del mundo.

El mayor empleador en cualquier país es el sector empresarial, son las empresas las que demandan personal capacitado, aunque hay algunas con suficiente capacidad que le ayudan a las personas a prepararse para realizar determinados trabajos. El gobierno no debe disponer de recursos, mucho menos endeudarse más, con la excusa de fortalecer habilidades de personas que buscan un empleo. Un préstamo de 25 millones de dólares equivale a 625 millones de lempiras, una suma apreciable que puede destinarse a cubrir necesidades ingentes en el ramo de salud y educación.

Los préstamos que solicita cualquier gobierno en un período electoral, en el que ya estamos inmersos antes del tiempo estipulado, se convierte en dinero que de antemano se presume que será manoseados por el sector público para favorecer al candidato oficial y a los demas políticos que son privilegiados por el control del poder. Así ha sido siempre en Honduras, y ahora es igual, porque LIBRE está repitiendo los mismos vicios del pasado, con lo cual se reafirma como un gobierno domesticado para el oficio de la corrupción. En otras palabras, LIBRE está repitiendo lo que hicieron los nacionalistas estos últimos doce años, por lo que bien se puede decir que el Gobierno de Xiomara Castro es una prolongación de los doce años de los gobiernos cachurecos.

Lo que no entendemos es por que organismos como el BID otorgan préstamos para fines que no son los propósitos de la cooperación internacional. Los funcionarios del BID saben que prestar dinero para un objetivo que no responde a las necesidades apremiantes del país es prestarse a la corrupción, especialmente porque el BID no ignora que Honduras entró de manera prematura a un período político que debería comenzar hasta en marzo del 2025.

La hipocresía internacional, donde el BID se ofrece a prestarle al gobierno 25 millones de dólares, 625 millones de lempiras en un período político, ayuda a patrocinar la corrupción en el país, lo cual es una decepción absoluta porque resulta que los organismos internacionales terminan de rematar la calamitosa situación económica en que se debaten países pobres como Honduras, en gran medida por la corrupción que es incontrolable.

La danza de préstamos es amenizada por organismos como el BID que, conocen muy bien la radiografía de la pobreza hondureña, en mayor medida atribuida al flagelo de la corrupción que sistemáticamente devora los pocos recursos del Estado, pero que se vuelve invencible cuando organismos poderosos como el BID se prestan de manera hipócrita a patrocinar actividades, como la de fortalecer habilidades de personas que buscan empleo, lo cual indigna a la población hondureña. Por supuesto que en el Gobierno de LIBRE están eufóricos porque el BID ya les confirmó que le pondrá a la orden 25 millones de dólares, 625 millones de lempiras, que serán como «pólvora que se quema en zopilotes».

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 4 de junio de 2024.