Uno de los gurús de las encuestas, el estadounidense Jimmy Harris, dijo que las encuestas electorales no son para fiarse de sus datos, sino para guiarse por los hallazgos que se descubren en el momento en que se realiza la investigación. Una encuesta no fabrica ganadores, pero puede contribuir a que alguien pierda una elección. Hay otro tipo de encuesta, distinta, que es la que investiga la valoración de resultados de un gobernante o la evaluación de todo un gobierno. En LIBRE parece que no saben diferenciar entre las dos encuestas, porque mezclan una y otra, y la encuesta que tiene vigencia en este momento, es la valoración del público sobre los resultados del Gobierno de la Presidente Xiomara Castro.
La gobernante hondureña sale terriblemente evaluada por dos temas esenciales: inseguridad y desempleo. En el primero, los pobres resultados del gobierno están reflejados en el estado de violencia que sacude a la población, algo en lo que los defensores del gobierno no pueden pensar que hay mala intención de las encuestadoras, cuando interrogan a las personas sobre el clima de violencia que impera en el país. Las causas de la violencia son diversas, pero el hecho es que la autoridad correspondiente no tiene una estrategia para reducir la cantidad de crímenes, y si la tienen, es tan inefectiva y tan deficiente que los elementos delictivos están actuando con tal complacencia que les permite acabar con más vidas humanas cada día.
En dos años y medio de Gobierno de la Presidente XCS, los aparatos de seguridad ya demostraron lo que pueden hacer para reducir el índice de criminalidad, y los resultados que se reportan a diario, de personas muertas en forma violenta, hacen que Honduras aparezca como un país lleno de violencia, en idénticas condiciones a que si estuviéramos en medio de una guerra. Los ciudadanos vivimos en un estado de vilo, con la zozobra que solo se experimenta en una sociedad acorralada por la criminalidad o en estado de guerra.
Cuando hay que hacer la reflexión sobre el estado deplorable por la inseguridad en que vivimos los hondureños, no podemos desapercibir, sin andar con rodeos, que tenemos un mal equipo de seguridad al frente de la secretaria correspondiente, pero por muy tozudos que sean los responsables de ese Ministerio, algún plan debería tener para afrontar el complicado trabajo de darle seguridad a la población. Por la inseguridad en que vivimos es que la Presidente tiene una baja valoración, donde la población castiga a la gobernante con una desaprobación que le da escasa posibilidad a su partido para obtener réditos políticos en la próxima elección.
En el tema del desempleo, basta un ejemplo que mostramos los medios informativos al iniciar la semana. Una empresa de la industria de la maquila en el Valle de Sula anunció que tenía 200 plazas de trabajo y la respuesta que obtuvo fue una abrumadora concurrencia de casi 20 mil personas que llegaron desesperadas por uno de los 200 empleos. Mayor ejemplo de cómo el desempleo es, junto a la inseguridad, uno de los problemas más angustiantes para los hondureños, es este que vimos en las tomas y fotos de la multitud de jóvenes de ambos sexos que codiciaban una de las 200 plazas de empleo que ofrece la empresa sampedrana.
Aquí están las dos explicaciones de las encuestas de ERIC y MACRODATO, que encontraron en las respuestas de los consultados una pobre valoración a los dos años y medio de la gestión de la Presidente Xiomara Castro. Pretender contrarrestar estas encuestas con otra encuesta, pagada a la firma CID GALLUP, que ubica a la Presidente Castro entre los cinco mandatarios mejor evaluados del continente, es quemar pólvora en zopilotes, porque pocas personas en los demas países del continente tienen idea de lo que hace la presidente hondureña. Son los hondureños los que deben ser encuestados, y dos encuestas independientes encontraron el mismo hallazgo: LA PRESIDENTE XIOMARA CASTRO tiene una estruendosa desaprobación de más de un 80%.
Mi conclusión: por el sentimiento que expresan los hondureños en las encuestas de Macrodato y ERIC, se puede anticipar que la mayoría de los hondureños se volcarán a las urnas no por un partido ni por una persona, igual que en el 2021 la inmensa mayoría de los hondureños votará no en favor de alguien, sino en contra de alguien. Porque por donde uno camina, podemos notar que los hondureños expresan desde ahora que están en contra de todos los que les engañaron.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 12 de junio de 2024.