LA CICIH: EXTRAVAGANCIA DE LA MENTIRA

Lo excepcional en el orden de la seriedad de una promesa de gobierno es que se les ofrezca a los ciudadanos que se está haciendo todo lo posible por hacer realidad un objetivo fundamental, cuando lo cierto es que la aplicación para lograrlo es en el sentido contrario, es decir, se trabaja para que la promesa no sea una realidad, porque en el fondo al Gobierno no le conviene cumplir la promesa, porque instalar la CICIH significa un harakiri, un suicidio político.

Teniendo en cuenta una serie de ilegalidades cometidas en el actual gobierno, comenzando por la usurpación de la directiva del Congreso Nacional, la emisión de leyes con propósito delictivo como el «Decreto de Amnistía» o «Pacto de Impunidad» y el nombramiento ilegal de una pseudo Comisión Permanente, el gobierno no podrá creer que la ONU está llena de incautos como para apañarles a los gobernantes hondureños una sucesión de violaciones a la ley, avalando una comisión contra la corrupción y la impunidad, blindada por el primer foro mundial.

Esta conducta del Gobierno de la Presidente Xiomara Castro resulta muy extravagante, porque pensar que dorando la píldora, una y otra vez, repitiendo que por los rigores burocráticos de la ONU es que se ha retrasado la instalación de la CICIH, los hondureños se traguen la mentira sin darse cuenta, es bastante divertido cuando vemos que estamos gobernados por personas que terminan creyendo que son los magos de la mentira y que los hondureños somos una caterva de retrasados que no atinamos a darnos cuenta que nos están timando con la artimaña de la CICIH y que además, siendo masoquistas, nos gusta que el gobierno nos engañe.

Estamos ante un verdadero paradigma, una modalidad gubernamental que se esfuerza en engañar a un amplio sector del país que no cree en las mentiras oficiales, como eso de instalar la CICIH, sabiendo perfectamente que al Gobierno de LIBRE no le conviene para nada instalar esa comisión, porque un organismo de ese tipo, respaldado por la ONU, tendría que desbaratar todos los abusos y poner en cintura a los usurpadores de funciones, para deshacer todos los entuertos que ha cometido Libertad y Refundación. En pocas palabras, instalar la CICIH podría significar la cárcel para muchos elementos conspicuos del partido gobernante y del gobierno mismo. Y nadie, por muy bruto y tonto que sea en este modelo de gobierno, dará un paso para suicidarse.

Aparte de la usurpación que se hizo de la directiva del Congreso Nacional, el «Decreto de Amnistía» como se emitió en el Congreso por la directiva ilegal, más que una ley es un delito, no solo por la forma en que se hizo, sino porque deliberadamente fue urdida para premiar a exfuncionarios con cargos delicados en contra del interés público de la nación. En una democracia donde existe el Estado de Derecho, no se producen estas barbaridades. Pero la forma en que se otorgó la amnistía, fue obvio que se hizo no para conceder un beneficio legal sino como una merced, como una especie de misericordia política partidaria para camaradas del partido que habían cometido delitos graves contra el Estado.

Sin duda que en la ONU conocen este retablo de delitos y actos irregulares del gobierno de PLR, un gobierno con una conducta tortuosa que con lujos de arbitrariedad desconoce la Constitución, la pisotea aludiendo razones de equidad o utilidad social. Si la ONU decidiera acompañar al Gobierno en la instalación de la CICIH, sería para enmendar todos los desafueros del gobierno y del partido gobernante. Y Libertad y Refundación no está en esa dirección sino en sentido contrario, que es la ruta que prevalece en los gobiernos que están en la órbita del Socialismo del Siglo XXI.

En la ONU saben toda esta situación plena de irregularidades cometidas en el Gobierno de LIBRE, pero este organismo como los demas del ámbito internacional, navegan con la bandera de la hipocresía diplomática, le hacen el juego al Gobierno de Xiomara Castro, no le dan una negativa firme a la petición que hace, sin querer, la presidente hondureña. Le prometen al Gobierno de Xiomara el aval para la CICIH, pero es un aval carente de sinceridad y le exigen requisitos que saben que el gobierno no está dispuesto a cumplir. Es un juego extravagante, el Gobierno de Xiomara le pide a la ONU una CICIH que en el fondo no quiere, y la ONU de la manera más hipócrita le ofrece al Gobierno de Xiomara el aval a la CICIH, sabiendo perfectamente que no hay tal interés en la mentada comisión, que todo es una farsa a la hondureña. Pero que a la ONU, por esa hipocresía de la diplomacia mundial, no le conviene entrar en conflicto poniendo en evidencia al gobierno socialista de XC. 

Como ven, la CICIH es toda una extravagancia de la mentira entre el Gobierno de Xiomara Castro y la ONU.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 11 de junio de 2024.