DESTRUIR UN PAÍS ES FÁCIL

No hay que discutir mucho sobre las consecuencias de las medidas del gobierno que le hacen daño al país, casi con un afán destructivo, siendo la última, la renuncia al CIADI, una de las más aparatosas, porque al renunciar el gobierno a los acuerdos internacionales que regulan el marco de la conciliación y arbitraje para los negocios internacionales, quedará un enorme agujero en el ámbito jurídico que hará que nuestro país pierda muchas inversiones extranjeras con el consiguiente crecimiento del desempleo.

La renuncia al CIADI no se puede ver como cuando se desprecia una bolsa de papas fritas, aunque para cualquier mequetrefe, cuyos méritos han sido tomarse la universidad y quemar llantas para paralizarla, le resulta divertido decir que se abandona ese marco importante por asunto de soberanía, con una ignorancia soberbia, es porque desconoce que la más importante de todas las soberanías radica en el fortalecimiento de la economía del país, de cuyo crecimiento depende la capacidad de generación de empleos, que es clave para el bienestar de los ciudadanos y las familias.

El problema de Honduras es tener en puestos importantes de la administración a individuos de baja estofa educativa, cuya ignorancia raya en el más bajo conocimiento de los temas de política económica, y creen que tratar todo desde la óptica de la ideología barata, que es la que practican, los hace ver como revolucionarios modernos, cuando en sus actuaciones demuestran no tener la mínima idea de lo que hay que hacer para salir de la crisis económica que nos abate. Y hay que decirlo: no todos los gobiernos están por esta labor, y el de Xiomara Castro de Libertad y Refundación es uno de ellos.

En el gobierno de la Presidente Xiomara Castro se piensa que aumentar la recaudación presupuestaria es la vía más rápida para engordar las arcas del gobierno, por eso forzaron al Congreso Nacional a aprobar un presupuesto enorme, como nunca antes se había aprobado, pero no para enfrentar la crisis ni para resolver los problemas del país, sino para tener a su alcance todo el dinero que necesitan para gastarlo en una campana clientelista, que les permita regalarle dinero a las personas para asegurarles el voto, más el valor agregado del fraude electoral, las dos claves recomendadas por Nicolás Maduro y Rafael Correa, ambos asesores de Mel Zelaya en materia política.

La insistencia de aprobar la llamada Ley de Justicia Tributaria es parte del credo ideológico de la izquierda que consiste básicamente en una batería dirigida contra las empresas y las clases altas, que según los dirigentes de LIBRE, son los dueños del país, aunque son estos sectores los que producen riqueza y generan empleo, mientras el gobierno asume el papel de parasito que se dedica a engullir y a malgastar el presupuesto de la República.

La forma como el Gobierno de Xiomara Castro toma medidas para aislar a Honduras de los contextos internacionales, como renunciar al CIADI, que es un marco que nos permite estar en el ámbito de la confianza, claramente conlleva a la destrucción de la economía y por lo tanto es el manifiesto propósito de destruir al país, porque al colocar a Honduras en la órbita de los países no confiables para la inversión extranjera y nacional, se le propina un golpe artero al pueblo hondureño, en forma directa. Porque nada golpea tan directamente a la población como reducir las fuentes de empleo que son las grandes empresas.

Por eso, escuchar a un pasmado del gobierno, decir de la manera más irresponsable que renunciar al CIADI es asunto de soberanía, sin tener un comino de conocimiento de la economía, es comprobar que nunca como hoy Honduras había caído en una deriva tan peligrosa, porque alguien que conozca las consecuencias del desempleo no podría abusar de tanta ignorancia como este pequeño genio de la imbecilidad, que cree que el abandono del CIADI es asunto de soberanía, porque como el ahora gana un excelente salario que le da hasta para celebrar actos sociales en un monumento público, cree que los 9 millones de hondureños están rebosantes de dinero.

Con este atajo de ignorantes que son doblemente peligrosos por su radicalismo infantil, la única capacidad que demuestra el gobierno es la de llevarnos a una bancarrota nacional, con una economía que no da indicios de recuperación, porque el gobierno hace lo mejor que puede para estrangularla.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 7 de marzo de 2024.