COMISIONES DISTORSIONADORAS

La historia de las llamadas comisiones interventoras está ligada al tradicional interés de los gobiernos para enredar los problemas que surgen en las esferas de la administración pública, tan plagada como ha estado de corrupción. Cuando surgió la idea malintencionada de echarle los perros a un adversario interno, el primer gobernante que tenemos uso de razón, en la década de los ochenta, acudió al expediente invasivo de una comisión interventora, con amplias facultades que superaban las del titular del ramo cuestionado, con lo que la dependencia investigada quedaba en manos de un grupo de personas, enviado ex profesamente para complicar y enredar los supuestos problemas. 

Es decir, hay antecedentes que demuestran que las comisiones interventoras fueron inventadas para acabar con un funcionario que por alguna razón había caído en desgracia con el mandamás de turno, porque un problema grave de la democracia hondureña, es que la mayoría de nuestros gobernantes se han apartado del cumplimiento de la ley, dejando de actuar como titulares del Poder Ejecutivo para ampliar su poder sobre los demas órganos del Estado, convirtiéndose en mandamases. En los gobiernos liberales hubo varias comisiones de ese tipo, en el gobierno de Pepe Lobo al menos hubo 13 interventoras, en los dos periodos de JOH hubo 17 interventoras, mientras que el gobierno de Xiomara Castro en dos años y medio ya lleva 7 interventoras.

Como se está viendo, LIBRE no es un partido democrático, LIBRE está actuando apoyándose en los mismos vicios que caracterizaron a los gobiernos anteriores, especialmente a los últimos dos gobiernos nacionalistas, cuando hubo verdaderas carnicerías políticas por los múltiples desencuentros de los presidentes cachurecos con sus mismos correligionarios, tanto en la administración de Lobo como la de Hernández Alvarado. Hoy, Mel Zelaya y Xiomara Castro están lanzando una persecución inmisericorde contra su correligionario Jorge Cálix, para hacerlo pagar por su irreverencia de querer controlar el año antepasado la dirección del Congreso Nacional, pero más por atreverse a ser el candidato presidencial de Libertad y Refundación. Eso no se lo perdonan Xiomara Castro y Mel Zelaya, por lo que estén usando todos los fierros y mecanismos del gobierno, buscando pulverizar a Cálix.

Sin embargo, Jorge Cálix, que es un político aguerrido, un hueso duro de roer, con temple y con muchas agallas para nadar aguantando la respiración bajo las aguas profundas, está demostrando estar decidido a enfrentarlos. Esto ya no es teatro ni algo inventado, como estrategia distractiva de LIBRE, como piensan algunos, esto es combate de verdad en el ring, donde los dos pesos pesados del país, Xiomara Castro y Mel Zelaya, están apelando a los golpes bajos, que están prohibidos por las reglas de la ética, pero que a los políticos inmorales eso les vale un comino, con tal de destruir al adversario interno, al que consideran enemigo.

En LIBRE, donde los dueños del partido se comportan como hacendados de viejo cuño, se abre un período de fuego candente, en apariencia desigual entre Mel Zelaya y Jorge Cálix, pero Cálix, aunque no está en la categoría de los pesos completos, no es dejado, tiene dinamita en sus actuaciones. Ya lo demostró en el Congreso, no tiene una pizca de miedo, conoce todas las artimañas y los artilugios de la política, hasta ha dado muestras de arte dramático como el emotivo discurso de agradecimiento a Xiomara Castro, envuelto en llanto con abundantes mocos, chorreando de la nariz.

Cálix en política todavía es un peso Welter, pero con golpes explosivos. La advertencia de no acompañar a LIBRE en las decisiones del Congreso, donde su partido pretende imponer medidas incompatibles con una economía saludable, es una devolución de golpes que pone a Mel y a Xiomara contra las cuerdas. Este pleito no parece un simulacro, tiene todos los ribetes de una lucha encarnizada y feroz.

Calix no acepta que Xiomara y Mel le impongan el yugo de una comisión distorsionadora, que llega para inventarle las que no le conocen. Porque Cálix sabe que el fin de esta comisión interventora no es investigar, como todas las anteriores lleva la maldad implícita de destazarlo sin despellejarlo, usando el lenguaje de los carniceros de barriada. No puedo decir que este pleito es bueno o malo para el país o para nuestra democracia, soy de los que prefieren ver los acontecimientos para contarlos al público, sin anticipar vaticinios de ganadores y perdedores.

A esto lleva el nombramiento de una nueva comisión distorsionadora, que no va al IP a subsanar errores, es evidente que llega con el malsano propósito de destruir a Jorge Cálix, por irreverente y por tener la osadía de enfrentarse al poder de los Zelaya Castro.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 5 de junio de 2024.