Lejos de alegrarnos por la presencia de China Continental que promueve el Gobierno de Xiomara Castro, los hondureños debemos preocuparnos porque estamos ante la colonización del gigante asiático, que obedece a un proyecto de Xi Jinping de conquistar países como el nuestro, donde gobiernos como el del PLR están dispuestos a entregar nuestro país a un gobierno que es regido por el Partido Comunista Chino (PCC) y cuyo plan es conquistar América Latina, paso a paso, sin demostrar ansias, más bien esperando que gobiernos como el del PLR le permitan ocupar posiciones, una manera pacífica de invadirnos con la complicidad entreguista del Gobierno de Xiomara Castro.
La historia es la misma, China Continental hace ofrecimientos cuantiosos que al final no cumple, como ya lo han comprobado Costa Rica, Panamá y El Salvador. China ofrece mucho y al principio ilusiona con la apertura de su gran mercado, pero termina comprando muy poco, en cambio, con su poderoso aparato productivo inunda con sus artículos y productos los pequeños mercados como el nuestro, hasta llenarnos con su sobreproducción. A Honduras ya le está pasando lo mismo que a Costa Rica, mientras China nos ha vendido más de 1.116 millones de dólares de sus artículos, apenas nos ha comprado unos 25 millones de dólares de productos hondureños. Vean la diferencia, 1.116 millones contra apenas 25 millones, y esto solo es el comienzo. A vista y complacencia del Gobierno de Xiomara Castro: ¡China nos está metiendo capote!
Costa Rica, después de 15 años de relaciones, cada vez ven de menos que antes a China, en cambio los chinos exportan centenares de millones de dólares. Preocupa que el Gobierno de Xiomara Castro anuncie con bombos y platillos que China se ocupará de reparar todos los inmuebles escolares, con un préstamo multimillonario pero que al final no cumplirá como ha ocurrido en Costa Rica. Eso es puro «blof», puro cuento chino, en realidad China no viene a ayudarnos como nos lo quiere hacer creer, viene a explotarnos para vender más sus artículos en Honduras. Y lo hace de una forma comercialmente sigilosa: pronto veremos que nuestras exportaciones a China no crecerán, pero si continuarán aumentando las compras de productos chinos. Una colaboradora de mi casa nos contaba que en los mercados de Comayagüela hay numerosos negocios de comerciantes chinos atestados de productos con el sello ʹmade in Chinaʹ.
Para Honduras, como para cualquier país centroamericano y de América Latina, el gigante mercado chino no es más que un espejismo en el que terminaremos ahogados. China está empleando su sabiduría milenaria, consiguiendo doblegarnos a base de promesas, conforme la política entreguista del PLR, pronto nuestro país terminará siendo un socio deudor en todo sentido, la suma millonaria que ofrece para cubrir las reparaciones y construcciones escolares no será de gratis, será un préstamo que los hondureños deberemos pagar con dinero o con parte de nuestro territorio. Porque eso es lo que busca China, cuando el deudor no alcanza a pagarle, China se cobra la deuda con territorio.
China no traerá inversiones a Honduras, las pocas empresas chinas son de capital estatal, no son proclives a desarrollos comerciales sino a invertir en empresas donde la base es la tierra como las empresas mineras, en las cuales China pone el ojo para terminar apropiándose de las áreas mineras. En este tipo de inversiones, el gobierno de China da instrucciones demoledoras, irrespeta los derechos humanos de los trabajadores con un menosprecio a la dignidad de las personas que es una característica del modelo autoritario del gobierno de Beijing. Pronto podríamos escuchar que China está interesada en explorar la posibilidad de extraer petróleo en nuestro país, aunque su verdadero interés estará en ocuparse de actividades donde lo fundamental es el territorio, así lo ha hecho en África y ahora pretende hacerlo en países de América Latina, entre los cuales está Honduras.
El Congreso Nacional debe ser enérgico exigiendo revisar cada trato del gobierno con China Continental. Este papel debe asumirlo la oposición, porque el PLR está empeñado en entregarse al gobierno de China con un festinado propósito político. A eso se debe que, durante estos casi tres años, el Gobierno de Xiomara Castro ha rehuido aceptar los apoyos ofrecidos por el gobierno de EEUU, que ha enviado numerosas comisiones de alto nivel con el propósito de apoyar al gobierno y a nuestro país, pero que han sido rechazados por el Gobierno de Xiomara Castro, porque su propósito es ensartarse con China Continental por puro interés político, sabiendo que nuestro país obtendrá escaso apoyo y todo lo que reciba será en calidad de préstamos.
Con Taiwán, Honduras tenía asegurada la venta de nuestros productos a precios subsidiados, los productores exportaban y ganaban más. Con China exportaremos poco y a los precios normales que no representarán negocio para nuestros productores. En esta relación con China el único que gana en materia política es el gobierno del PLR. En cambio, Honduras perderá en todo sentido, tanto en lo económico como en lo más apreciado que deberíamos guardar con celo patriótico: nuestro precioso territorio. Porque China no viene a ayudarnos, sino a colonizarnos. Y de la mano del Gobierno del Partido Libertad y Refundación puede conseguir su nefasto propósito.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 14 de agosto de 2024.