El Ministro de Finanzas, Marlon Ochoa, reveló que el Fideicomiso de la Taza de Seguridad Poblacional adjudicó un contrato para la instalación de cámaras de seguridad, con un valor superior a los cuatro mil millones de Lempiras. Este contrato, que se extendió por más de dos períodos de gobierno, se realizó sin el debido aval del Congreso Nacional. Además de utilizar los fondos provenientes de la Taza de Seguridad, el Fideicomiso contrajo una deuda que se extiende hasta el año 2029, con una tasa de interés que alcanza el 12% en el momento de su liquidación.
En otro orden de eventos, el Fideicomiso CITEC del Instituto de la Propiedad emergió como un símbolo destacado de corrupción público-privada. Esta entidad, creada por el régimen a través del Congreso Nacional para administrar fondos públicos, ha sido señalada por el saqueo del erario público y por violar impunemente las leyes. El Ministro Ochoa enfatizó la importancia de investigar estos casos para garantizar la transparencia en la administración de los recursos públicos.