El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) del Banco Central de Honduras refleja que la economía del país cerró con una variación acumulada del 3.8 por ciento a diciembre del dos mil veintitrés.
Esas cifras muestran que la economía hondureña reflejó una desaceleración el año pasado comparado con el dos mil veintidós. En promedio la tasa de variación del IMAE fue del 5.6 por ciento, mientras que para el dos mil veintitrés fue del 3.2 por ciento.
De acuerdo a un reporte del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), “el entorno internacional adverso y la menor demanda externa han sido factores fundamentales para explicar el comportamiento reciente del IMAE, sumados a factores internos como la conflictividad política actual, la inseguridad, las dificultades para la formalización de empresas y la falta de políticas económicas orientadas a la generación de empleos de calidad en el país”.
Por otra parte, el informe del Banco Central también señala que “en el mes de enero de 2024 la inflación en Honduras se ubicó en cinco por ciento, mostrando así una marcada y sostenida desaceleración desde su punto más alto en junio de 2022 (10.86%), por su parte la inflación de alimentos alcanzó 6.29 por ciento que sigue siendo importante para la población.
El banco atribuye este comportamiento principalmente a la disminución del precio de la carne, lácteos y productos agrícolas, asimismo, por la reducción de los precios de los combustibles durante el último trimestre del año pasado.
El boletín del Banco Central también informe que el saldo de reservas internacionales netas de la nación es de 7,309 millones de dólares, una disminución de 929 millones de dólares respecto a febrero del año pasado.
En cuento a las remesas familiares, hasta febrero se recibieron 1,018.3 millones de dólares, una disminución de 13.6 millones de dólares respecto de febrero del 2023.