El centrocampista alemán Ilkay Gündogan, que este lunes fue presentado como nuevo jugador del Barcelona para las dos próximas temporadas, destacó la «rápida conexión» con Xavi Hernández, su nuevo entrenador, como una de las claves para haber decidido dejar el Manchester City para vestir de azulgrana.
«Con Xavi hemos tenido muchas conversaciones y desde el primer momento me sentí muy a gusto. Él me expuso sus ideas claramente, cómo quería jugar, parecido a como he jugado en el City, porque le escuela de Xavi y Guardiola es la misma. Me habló con total sinceridad, y no fue tanto lo que me dijo sino cómo lo dijo. Fue muy directo y en su carácter vi reflejado el mío», explicó.
Gündogan también desveló cómo llamó por teléfono a Pep Guardiola para decirle que había decidido irse al Barça: «Cuando lo llamé los dos estábamos ya de vacaciones, pero para mí era importante decírselo personalmente, no que se enterara por terceras personas. Se lo conté todo y le expresé mi agradecimiento por lo que hizo por el club durante los últimos siete años».
Según el internacional alemán, a Guardiola «le entristeció un poco» la noticia, «pero intuyo que también estaba un poco feliz por mí y lo noté muy orgulloso, porque me iba al club del que él había sido jugador desde niño».
«Así que me deseó lo mejor para el futuro y me dijo que si algún día necesitaba consejo respecto al club o la ciudad o cualquier otra cosa, le llamara», añadió.
En Barcelona, Ilkay Güdogan se reencontrará con su compatriota Marc-André ter Stegen y con el polaco Robert Lewandowski, con los que también habló antes de fichar, «pero no hizo falta que me convencieran, porque yo ya estaba convencido», precisó sonriente.
Especial fue la conversación con Lewandowski, con quien también había coincidido, además de un partido entre sus selecciones, en el Borussia Dortmund.
«Después de un partido contra Polonia, me habló del club, de la ciudad, del estilo de vida que tenía en Barcelona, y pude ver cómo le brillaban los ojos, la felicidad que había en su rostro», explicó sobre aquella breve charla.
Gündogan insistió en que «desde joven» ha seguido al Barça, primero con Frank Rijkaard y luego cuando lo dirigía Guardiola, que era fan de Ronaldinho y que siempre ha soñado con vestir algún día de azulgrana. «Estuve a punto de conseguirlo dos veces, pero no se dio. Supongo que tenía que ser ahora», reflexionó.
A sus 32 años, el capitán del vigente campeón de Europa, viene a Barcelona porque le gusta «el reto» de adaptarse «a un nuevo país, una nueva cultura, un nuevo equipo y unos nuevos compañeros», aunque insistió en que el fútbol es «bastante parecido» al que jugaba en Manchester.
Y también llega dispuesto «a ayudar a subir el nivel» de un equipo que «ya ha puesto los cimientos» para volver a pelear por la Champions.
«Quiero formar parte del resurgir del Barça», aseguró el jugador alemana de origen turco, que también cree que podrá ayudar con su «experiencia» a la progresión de dos jóvenes talentos como Pedri y Gavi, «jugadores increíbles» con los que compartirá posición.
Quien sabe si en el equipo catalán puede reencontrarse con Bernardo Silva, otro centrocampista del City por el que suspira Xavi.
«Bernardo es un jugador increíble y vital para que ganásemos títulos. Tiene contrato con el Manchester City, el resto no está en mis manos. Me encanta jugar con él, tiene las cualidades para ser top. Pase lo que pase, le deseo lo mejor», comentó sobre el lisboeta.
Durante la rueda de prensa, el presidente Joan Laporta quiso dar las gracias a Ilkay Gündogan, cuya claúsula de rescisión es de 400 millones de euros, «por preferir el prestigio y la historia del Barcelona frente a otras propuestas que eran mejores».
«Tú eras el primer jugador que Xavi nos pidió. Con tu incorporación, queremos ser candidatos a ganar la Champions», le dijo Laporta, quien finalizó el acto regalando un pastel cumpleaños a la mujer de Gündogan, Sara Arfaoui, presente en la sala y que hoy celebra su 29 aniversario.