
“Voy para la casa”. Ese fue el último mensaje que Yester Guzmán Mejía envió a su primo antes de desaparecer en la noche del domingo. Horas después, su cuerpo fue hallado sin vida en la finca La Forza, bajo un cielo gris y un silencio que solo fue roto por las sirenas policiales.
El joven, originario de la colonia Los Caraos y de apenas 19 años, fue asesinado a balazos en circunstancias que aún no han sido esclarecidas por las autoridades. Vestía una camisa blanca, ahora desgarrada por los impactos, y yacía tendido sobre la tierra caliente cuando la Policía llegó al lugar.
El mensaje enviado a su familiar, tan breve como cotidiano, se convirtió en un trágico presagio. “Voy para la casa”, escribió Yester, sin saber que esa sería su última comunicación. Desde entonces, su teléfono enmudeció y su rastro se perdió hasta que fue encontrado sin vida.
Las autoridades realizaron el levantamiento del cuerpo e iniciaron las investigaciones para esclarecer el crimen, mientras familiares y amigos lloran la pérdida de un joven cuya vida fue interrumpida de forma violenta e inesperada.