
Una emboscada en el sector de El Rodeo, municipio de Guarizama, Olancho, dejó un saldo trágico este lunes con la muerte de Santos Raúl Nájera, un fontanero, y su hijo de 16 años, Edil Saúl Nájera, gravemente herido. El ataque armado, ocurrido en el oriente de Honduras, obligó el traslado del menor a la sala de emergencia del hospital regional San Francisco en Juticalpa, donde lucha por su vida. Este hecho violento pone en entredicho la efectividad del estado de excepción implementado en el país, que no ha logrado frenar la creciente inseguridad en la región.
Olancho, según datos del Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol) al 21 de mayo de 2025, es el tercer departamento con mayor incidencia de muertes violentas en Honduras, registrando 83 homicidios, solo superado por Francisco Morazán (122) y Cortés (114). Municipios como Juticalpa, Catacamas, Guata y San Esteban figuran entre los 25 más violentos del país, reflejando un panorama de inseguridad que persiste. La emboscada en Guarizama es un crudo recordatorio de la vulnerabilidad de los ciudadanos y el desafío que enfrenta el gobierno para restablecer el control en una de las zonas más afectadas por la violencia. SM