
En medio del clima de tensión que rodea los resultados electorales, el consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, sorprendió al reconocer ante misiones internacionales que Libertad y Refundación (Libre) no fue favorecido en las urnas.
Al afirmar que su partido “ya aceptó unos resultados” que no le benefician, Ochoa buscó marcar una línea clara entre su función institucional y su pertenencia política. Los datos oficiales del CNE sitúan a Libre en el tercer puesto con el 19.29% de los votos, una caída que ha obligado a la dirigencia a replantear su estrategia.
Sin embargo, esta aceptación interna no es uniforme. Mientras Manuel Zelaya ya dio por perdida la contienda y señaló a Salvador Nasralla como virtual ganador, la candidata presidencial de Libre, Rixi Moncada, insiste en denunciar un “golpe electoral” y se rehúsa a validar las tendencias preliminares.
La postura de Ochoa, al contrastar con la narrativa de Moncada, profundiza las tensiones dentro del partido y refleja un momento decisivo: Libre se enfrenta no solo a un revés electoral, sino también a la necesidad de resolver sus disonancias internas para definir su rumbo tras un proceso que ha dejado más preguntas que certezas.
#AbriendoBrecha El consejero Marlon Ochoa, ante los medios, reconoció que el partido político al que representa (Libre) ya no tiene interés en el proceso, aceptando una derrota reflejada en las urnas. pic.twitter.com/mpMGjVQxpt
— Abriendo Brecha (@Abriendo_Brecha) December 12, 2025
