
las Fuerzas Armadas han abandonado su rol de institución subordinada al poder civil para convertirse en un actor político que intimida a la prensa independiente, según denuncias del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) y analistas.
Lejos de limitarse a la defensa nacional, la cúpula militar parece actuar como un brazo del oficialismo, protegiendo figuras afines al gobierno y respondiendo con amenazas a las críticas. Un editorial oficial que tildó a periodistas de “sicarios de la comunicación” ha desatado temores sobre una política estatal contra la libertad de expresión, evidenciando una preocupante deriva autoritaria.
