Crisis en el Consejo Nacional Electoral de Honduras amenaza la democracia

La Red por la Equidad y la Democracia de Honduras (REDH) expresó su profunda preocupación por el deterioro institucional del Consejo Nacional Electoral (CNE), cuya operatividad está prácticamente paralizada debido a presiones partidarias, injerencias de otros poderes del Estado y la confusa renuncia de una consejera propietaria. Esta crisis pone en riesgo el calendario electoral del 30 de noviembre y erosiona la confianza ciudadana en el proceso democrático.

La REDH subraya que, desde la transición democrática en 1980, Honduras anhela instituciones autónomas y un Estado de Derecho respetado. Por ello, exige que el CNE opere con independencia técnica, libre de intimidaciones, para garantizar elecciones íntegras y transparentes, y urge a los partidos políticos a priorizar consensos que restablezcan la legitimidad del proceso electoral, evitando la incertidumbre y violencia que han marcado comicios anteriores.

La REDH condena enérgicamente los recientes actos de violencia política, como la represión frente al Congreso Nacional, la obstrucción al CNE y las agresiones contra liderazgos, especialmente mujeres en política. Demandan un comportamiento imparcial de las fuerzas de seguridad y rechazan cualquier intento de alcanzar el poder por vías violentas o ilegales.

Coincidiendo con la Misión de Observación Electoral de la OEA, la REDH enfatiza la necesidad de un proceso electoral justo, transparente y confiable. Sin embargo, alertan que la intervención del Ministerio Público en el CNE, percibida como políticamente motivada, agrava la crisis. Hacen un llamado a la comunidad internacional, especialmente a organismos multilaterales, para que acompañen a Honduras con firmeza, como ocurrió en Guatemala, para proteger la gobernabilidad democrática y encauzar esta crisis mediante el diálogo, la legalidad y la paz social.