Crisis electoral en Honduras: advertencias de Julieta Castellanos rumbo a 2025

La socióloga Julieta Castellanos advirtió sobre las graves amenazas que enfrenta el proceso electoral rumbo a las Elecciones Generales de noviembre de 2025. Según su análisis, los partidos políticos y el Consejo Nacional Electoral (CNE) están bajo intensas presiones, ataques y cuestionamientos que comprometen la integridad de la contienda. Aunque la convocatoria oficial aún no se ha lanzado, la carrera electoral ya está en marcha, marcada por crisis internas en los partidos tradicionales, el ascenso de fuerzas emergentes y una hostilidad sin precedentes contra el CNE desde el Ejecutivo, el Legislativo y el Ministerio Público.

En el panorama político, Castellanos destacó la fragmentación y pérdida de caudal electoral. El Partido Nacional, líder en las primarias de 2025, perdió fuerza respecto a 2021 y lucha por captar votantes independientes, necesitando más de 800 mil votos para igualar los resultados de la alianza Libre-PSH-PINU de 2021. Libre, el partido gobernante, sufrió una notable caída electoral, dependiendo de un voto duro y clientelar que no basta para ganar, mientras el voto independiente rechaza el autoritarismo y la corrupción. El Partido Liberal, aunque muestra una leve recuperación, enfrenta divisiones internas y decisiones personalistas que limitan su cohesión. Además, partidos emergentes como PINU, PDCH, Alianza Patriótica y PSH están fragmentando el voto, especialmente el independiente, con candidatos como Nelson Ávila y Mario Rivera restando apoyo a los partidos tradicionales.

El CNE, por su parte, enfrenta un asedio político que pone en duda su independencia. Castellanos denunció una campaña sistemática de ataques, desde las acusaciones de la presidenta Xiomara Castro contra la titular del CNE, Cosette López, hasta la intervención del jefe del Estado Mayor Conjunto en sesiones del organismo. La aprobación tardía del presupuesto electoral, controlado por Casa Presidencial, refuerza esta subordinación. Asimismo, el Ministerio Público muestra un sesgo investigativo al no abordar responsabilidades clave en el caótico proceso del 9 de marzo. Para Castellanos, este escenario evidencia un proceso electoral manipulado que busca legitimar el autoritarismo, en lugar de garantizar la voluntad popular, lo que hace que hablar de elecciones democráticas sea, en sus palabras, “una ficción”.