
Por Nery Alexis Gaitán
Fue un rotundo éxito, amparado en el amor por Honduras, la caminata organizada por la Iglesia Católica y la Confraternidad Evangélica. Fue una patriótica jornada de oración por nuestro país bajo el lema bíblico: “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae buenas noticias de paz y salvación” (Isaías 52,7).
La caminata se efectuó en alrededor de 50 ciudades y varias comunidades en el extranjero, lo que denota el profundo amor por el país. Esta caminata, si es cierto que la primera finalidad era orar para rogarle a Dios que ponga su mano por el bienestar de Honduras, también llevaba implícito el clamor para que haya paz, libertad y no se altere el proceso democrático en este año electoral.
Fue sorprendente ver a miles y miles de hondureños unirse en oración para que no se altere la paz y no haya violencia política. Es por ello que solicitaron a los políticos que no participaran y la caminata no se convirtiera en un acto proselitista más de algún partido político. Nos impresionó ver la unidad de dirigentes religiosos, que a una sola voz, clamaban al Eterno por la paz y la unidad familiar que Honduras tanto necesita.
El Arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher, y el pastor Gerardo Irías, de la Confraternidad Evangélica, leyeron un mensaje conjunto en el que subrayaron que “toda Honduras ha visto que sí es posible caminar juntos. La diversidad en la libertad nos enriquece mutuamente. Lo reiteramos, es necesaria y es posible una Honduras en la que se viva la verdad, la justicia, la libertad, la honestidad y la equidad”, enfatizaron.
El mensaje también incluyó un recordatorio a los candidatos a cargos de elección popular. Se les animó a promover el diálogo abierto y el bien común, además de hacer públicos los valores que inspiran sus proyectos políticos como un acto de transparencia. La masiva participación fue interpretada por las Iglesias como una muestra de civismo y fervor por la patria. “Hoy en muchas ciudades de nuestra patria y más allá de nuestras fronteras, hemos caminado juntos, movidos por la fe en Jesucristo y por un sincero amor a Honduras. Con este acto pacífico y pacificador queremos dar un mensaje de esperanza a todos los hondureños”. Concluyeron.
Y es que hay una honda preocupación en todo el país por el discurso de odio y división de la familia hondureña, que el Partido Libre, ha manifestado a través de su candidata presidencial, Ramona Moncada. Su discurso divisionista no sólo ataca a la oposición política, sino también a empresarios, que según ella, son los culpables de la pobreza en Honduras.
Recientemente ha empezado una cruzada en contra de las iglesias, acusándolas de ser aliadas de los golpistas, martillando una vez más su discurso trillado y nada convincente del golpe de Estado y los doce años de narcodictadura. Asimismo, ha llegado al atrevimiento de ir a iglesias católicas a hacer proselitismo político, lo que obviamente ha sido muy duramente criticado por las autoridades eclesiásticas.
Esta campaña, en contra de los religiosos, ha llegado al extremo que un dirigente de Libre ha solicitado se les cancele la personería jurídica a las iglesias. Violentado así el derecho de culto y la libertad de expresión que contemplan nuestra Constitución. Lo que es verdaderamente preocupante porque son los indicios de querer instaurar una dictadura izquierdista.
La intolerancia y el discurso de odio oficialista ha llegado a extremos peligrosos que ponen en precario la paz y la democracia. Es por esta razón que las iglesias convocaron a esta multitudinaria caminata en donde se evidenció que los hondureños anhelamos vivir en paz y que se respete el sistema democrático. También que se efectúen las elecciones tal como lo establece la Ley Electoral. Y el único fraude que tanto satanizan los oficialistas, en verdad sólo sería posible por parte del Gobierno de
Libre, ya que tienen todos los recursos para hacerlo.
Esta multitudinaria caminata es una clara muestra de que “el familión se va”.