Carta urgente a Rixi

De Nery Alexis Gaitán

Estimada Rixi Ramona, usted hizo presencia muy fuerte en la vida política hondureña desde el gobierno liberal de Manuel Zelaya Rosales, apellidado el Poder Ciudadano. De todos son conocidas sus actuaciones políticas desde ese entonces hasta la nominación de su actual candidatura presidencial por el Partido Libertad y Refundación.

Hasta el momento, usted ha planteado que es una furibunda seguidora del fatídico “socialismo del Siglo XXI” y defensora de Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel; y fiel admiradora de Fidel Castro, líder indiscutible de la revolución cubana.

A nivel nacional ha seguido los dictados a pie juntillas emanados de la familia Zelaya-Castro. Su sumisión a la política izquierdista, mediante la agenda de la refundación en la cual usted ha sido partícipe directa, la hace responsable del fracaso del actual gobierno y de haber incrementado los ya elevados índices de
corrupción. Es cierto, usted a la campaña electoral no llegó sola, la acompaña todo el descalabro que la refundación ha ocasionado a Honduras.

Entre estos males están la pérdida de miles de empleos, el cierre de cientos de empresas, el desabastecimiento de los hospitales, el incumplimiento de pago y otros beneficios a las enfermeras auxiliares; el incremento de la delincuencia común, el narcotráfico y el crimen organizado; el aumento de la emigración, las carreteras en abandono; el alto costo de la canasta básica; la pérdida del TPS
por la confrontación innecesaria con los Estados Unidos por defender líderes izquierdistas; la apertura de relaciones con China que han sido un fracaso, etc., etc.

Estimada Rixi, el pueblo hondureño es más beligerante que décadas pasadas y el voto de castigo está a la orden del día. Si usted, en verdad, desea dirigir los destinos de esta nación, que es muy noble, deberá, de inmediato, desligarse de la agenda izquierdista que tanto daño le ha hecho a Honduras.

No deberá continuar con el discurso de odio, trillado y falso echándole la culpa de todos los males a las administraciones anteriores, aunque no se niega que también tienen su responsabilidad. Por favor, aleje de sus labios las palabras doce años de narcodictadura, bipartidismo, golpe de estado, socialismo
democrático, las 10 familias y el grupo de 25 familias, como los verdugos de Honduras; destierre toda palabra que tienda a crear odios y divisiones en la familia hondureña. Busque con su discurso unificar al pueblo en la búsqueda de la paz y la prosperidad a través de una democracia con más justicia social,
como el pueblo merece.

Pero, por sobre todas las cosas, deberá convencer a los hondureños que está en contra de la corrupción y que desea combatirla hasta las últimas consecuencias. Empiece por aclararle al pueblo hondureño qué hizo con el dinero de la cuarta urna; aclare los supuestos contratos lesivos que usted concedió cuando fue gerente de la ENEE. Aclárele al pueblo las denuncias que se financió su campaña en las elecciones internas con dinero del Estado como lo denunciaron prominentes diputados de su propio partido.

Asimismo, debe tener una posición patriótica al denunciar todo acto de corrupción que se ha efectuado en este gobierno. Debe exigir al Ministerio Público una investigación exhaustiva del narcovideo que involucra al cuñado de la presidente Castro; la compra de boletos aéreos en una ferretería; la
corrupción manifiesta y el desvío de millones de lempiras en SEDESOL; etc. Que está en contra del asqueante nepotismo, por lo que inmediatamente despedirá a todos sus familiares, hijos, hermanos, primos, cuñados, del gobierno, y que exigirá lo mismo para todos los funcionarios, empezando por la
familia presidencial.

Y, finalmente, aléjese de la familia presidencial y no los apoye cuando defienden dictadores o traficantes de drogas como Nicolás Maduro. Evite asimismo la confrontación estéril con los Estados Unidos, que es nuestro principal socio comercial. Recuerde que de Venezuela, Cuba o Nicaragua no vienen remesas.

Sí le demuestra al pueblo hondureño que desea fortificar el sistema democrático y eliminar la corrupción sin injerencias de la izquierda internacional, es posible que tenga una leve oportunidad de ganar las
elecciones generales.

De momento, al ser continuadora de la refundación, que el pueblo rechaza vehementemente, jamás llegará a la presidencia y continuará como el día de hoy, en último lugar en las encuestas.

Con mi alta estima, esperando piense primero en Honduras y su gente, la saludo.