El padre Leopoldo Serrano continúa este lunes su caminata por la paz, la no violencia y el diálogo en Honduras, ubicándose entre Villanueva y Pimienta, en Cortés, tras partir el viernes desde Copán. En su trayecto hacia Tegucigalpa, el sacerdote, quien califica esta marcha como un “sacrificio por la democracia”, expresó que, pese a una noche complicada, se repuso para seguir adelante. “Si me toca morir en el camino, que se haga lo que Dios quiera”, afirmó, destacando su amor por Honduras y su deseo de erradicar la violencia y la corrupción.
Serrano reiteró su llamado a los cinco candidatos presidenciales para que dialoguen por el bien del país, señalando que tres ya se han comunicado con él, pero espera la respuesta de los dos restantes. Aseguró que suspenderá la caminata si todos acceden a reunirse. Además, busca encuentros con líderes como los consejeros del Consejo Nacional Electoral, el presidente del Congreso Nacional y la pareja presidencial, con el objetivo de promover la unidad y el compromiso político en Honduras.