En un acto cargado de dolor y simbolismo, enfermeras y enfermeros auxiliares de la ANEEAH se arrodillaron este jueves frente a Casa Presidencial, entre lágrimas y plegarias, exigiendo a la presidenta Xiomara Castro una solución a meses de promesas incumplidas, maltratos y deudas pendientes. La protesta, que escaló desde el 1 de septiembre con tomas de carreteras y paros en los 18 departamentos, refleja el hartazgo del gremio ante la negativa de la ministra de Salud, Carla Paredes, a dialogar y su amenaza de despedir a manifestantes.
“No pedimos privilegios, pedimos justicia”, expresó una enfermera, mientras el gremio denunciaba la sobrecarga laboral, la falta de pagos de zonaje y el trato hostil de las autoridades.
La tensión creció tras enfrentamientos con la policía y un intercambio público entre Paredes, quien acusó a las enfermeras de politizar su lucha, y Josué Orellana, presidente de la ANEEAH, quien exigió la destitución de la ministra por su “incapacidad” y actitud confrontacional. Este miércoles, las protestas se intensificaron con un clamor unificado: “¡Fuera la ministra!”.
Mientras las audiencias de descargo iniciaron como respuesta a las amenazas de despido, las enfermeras imploraron la intervención directa de Castro para garantizar respeto y soluciones reales, en un acto que mezcla resistencia, fe y la esperanza de un cambio para quienes sostienen el sistema de salud hondureño.