El Hospital Escuela, principal centro asistencial de Honduras, enfrenta una nueva crisis que amenaza la atención a sus pacientes. El área de lavandería del hospital está prácticamente inoperativa debido al mal estado de las máquinas, incapaces de procesar la gran cantidad de ropa generada diariamente.
Esta situación ha obligado a las autoridades a implementar medidas de emergencia, como la compra de ropa desechable para camas y procedimientos, con el fin de reducir la carga sobre las pocas máquinas aún funcionales y garantizar la continuidad del servicio.
Hebert López, director del hospital, explicó que la búsqueda de repuestos para las lavadoras averiadas ha sido infructuosa, ya que no están disponibles localmente y su importación podría demorar entre 20 y 25 días.
Además, reconoció que la adquisición de nuevas máquinas no ha sido posible debido a las limitaciones presupuestarias, a pesar del aumento constante en la demanda de servicios de lavandería. Esta crisis se suma a los problemas recurrentes de escasez de insumos, equipos obsoletos y falta de personal, evidenciando la precariedad del sistema de salud pública en el país.