Roma refuerza la seguridad para el cónclave del 7 de mayo con un plan modular

Bajo el cielo de la Ciudad Eterna, Roma se prepara para un momento histórico: el cónclave que elegirá al nuevo papa a partir del 7 de mayo, tras la partida de Francisco. El Ayuntamiento ha diseñado un plan de seguridad «modular», un mosaico flexible que se adaptará al pulso de la multitud, desde las primeras «fumatas» hasta el anuncio del sucesor de San Pedro. Desde las 07:00, la plaza de San Pedro y la majestuosa Vía de la Conciliación se convertirán en un fortaleza vigilada por la Policía local, la Gendarmería vaticana, Protección Civil y equipos médicos, listos para responder al ritmo de fieles y peregrinos.

El operativo, orquestado por el jefe de Policía Roberto Massucci, no solo resguardará el Vaticano, sino también puntos vibrantes del Jubileo de 2025, como la basílica de Santa María la Mayor, donde la tumba de Francisco, inhumado el 26 de abril, atrae corazones devotos. La Puerta Santa de San Pedro permanecerá abierta, acogiendo a los peregrinos en busca de indulgencia, mientras Roma equilibra seguridad y espiritualidad. Este plan, inspirado en la gestión de grandes eventos, promete ser un escudo dinámico para un cónclave que captará la mirada del mundo.